El gobierno de Colombia, liderado por el presidente Gustavo Petro, decretó este fin de año un histórico aumento del salario mínimo para 2026, fijándolo en 2.000.000 pesos, lo que representa un incremento del 23,8 por ciento respecto al año anterior. La medida, que también eleva el auxilio de transporte a 249.095 pesos, entrará en vigencia el 1 de enero de 2026 y beneficiará directamente a más de 2,2 millones de trabajadores formales en todo el país. Esta decisión se tomó por decreto presidencial tras la falta de acuerdo en la mesa de concertación salarial, donde no se logró consenso entre representantes de empresarios, sindicatos y el gobierno antes del plazo límite del 15 de diciembre.
El incremento busca garantizar el sustento de una familia de tres o cuatro personas con uno o dos ingresos, alineándose con estándares internacionales de salario mínimo vital. Se trata del mayor ajuste en la historia reciente del país, superando ampliamente los aumentos previos: 13 por ciento en 2022, 9 por ciento en 2023 y 5 por ciento en 2024. Sin embargo, la medida ha desatado un intenso debate, especialmente por su proximidad a las elecciones, con críticas de opositores que advierten sobre impactos en la inflación, el empleo y la competitividad empresarial.
Críticas de figuras públicas
La cantante Marbelle fue una de las voces más contundentes contra el decreto, publicando en redes sociales un mensaje cargado de ironía: “APLAUDAN FOCAS ESTÚPIDAS … Sigan pensando que les hicieron un favor … ¡Nos vemos más adelante! El salario mínimo quedó en 10 millones … de Bolívares! Estúpidos”.
“Dicen que les subieron el sueldo, pero lo que no dicen es que los van a terminar echando del trabajo, porque quienes los contratan ya no tendrán con qué pagarles. No hay peor ciego que el que no quiere ver…”
Lucas Arnau, cantante
“Cuando el salario mínimo sube un 23,7 % sin productividad detrás, se pierde competitividad y, además, se sube la inflación. Todo se encarece. Buscar que el salario no suba abismalmente no significa estar en contra de que la gente gane más. Es entender que sin productividad, el efecto es el contrario”
Mario Hernández, empresario
Preocupaciones económicas y reacciones gremiales
Analistas internacionales como JPMorgan calificaron el incremento como un “terremoto” para la economía colombiana, mientras gremios como Fenalco y Andi expresaron inquietudes por sus efectos en la inflación, el encarecimiento de precios, la generación de empleo y las finanzas públicas. Aunque el ajuste podría impulsar el consumo en sectores populares, los críticos argumentan que sin un respaldo en mayor productividad, podría agravar problemas estructurales y formalizar menos trabajadores en un contexto de alta informalidad.
El decreto cierra un año de tensiones en la negociación salarial y abre interrogantes sobre su impacto real en la canasta familiar y la estabilidad económica del país, en medio de un panorama político polarizado.
















