El Gobierno de Gustavo Petro decretó un aumento del 23,0 por ciento al salario mínimo mensual legal vigente para 2026, fijándolo en 1.750.905 pesos, que con el auxilio de transporte asciende a dos millones de pesos, en medio de la falta de acuerdo entre empresarios y sindicatos. Este ajuste, que también incluye la reducción de la jornada laboral a 42 horas semanales a partir de julio de ese año, genera una brecha récord de 16,5 puntos porcentuales respecto al referente técnico, según un análisis de Bancolombia, lo que triplica la registrada en 2024 y representa uno de los incrementos nominales y reales más elevados en las últimas dos décadas.
El incremento supera ampliamente la inflación anticipada del 5,26 por ciento y el crecimiento de la productividad del 0,91 por ciento, sumando un desvío total del 6,22 por ciento, lo que conlleva riesgos macroeconómicos significativos para Colombia. En términos reales, el aumento alcanza el 17,4 por ciento por encima de la inflación, mientras que el salario mínimo por hora, considerando la reducción de jornada, exhibirá un avance del 27,5 por ciento, basado en estimaciones del Dane para el cierre de 2025 y del Banco de la República.
Presiones inflacionarias y fiscales en el horizonte
Bancolombia identifica tres canales de impacto en los precios al consumidor derivados de esta medida, que podrían añadir cerca de 242 puntos básicos adicionales al registro anual de inflación, alejando aún más al país de la meta del tres por ciento establecida por el Banco de la República. Además, el mayor gasto en nóminas públicas y pensiones exacerbaría el gasto primario en 0,67 por ciento del PIB, equivalente a 13,4 billones de pesos, con un costo adicional del 0,04 por ciento del PIB por cada punto porcentual de aumento. Estos efectos se sentirán con mayor intensidad en pequeñas y medianas empresas, así como en sectores con alta proporción de mano de obra en sus costos, promoviendo una informalidad promedio del 55,8 por ciento en 2025 y reduciendo la creación de empleos formales, al impactar subsidios, transferencias sociales y el sistema pensional.
«El ajuste del salario mínimo supera ampliamente los dos factores sobre los cuales se fundamenta el avance anual de los salarios para una economía: la inflación y el avance de la productividad».
Bancolombia
«La brecha marcará un máximo de 16,5 pp […] el salario mínimo por hora exhibirá un avance de 27,5%».
Bancolombia
El análisis de Bancolombia advierte que este desvío frente al referente técnico tendrá implicaciones macroeconómicas indeseables y relevantes para 2026, al marcar un hito sin precedentes con efectos negativos en la inflación, las finanzas públicas y el mercado laboral.
«Las presiones alcistas para la inflación podrían añadir cerca de 242 pb adicionales al registro anual […] el aumento marcado por nóminas públicas y el mayor gasto pensional podrían exacerbar el gasto primario en 0,67% del PIB».
Bancolombia
En resumen, el decreto presidencial, emanado del análisis “Incremento del salario mínimo para 2026” de Bancolombia y respaldado por datos del Dane y el Banco de la República, plantea desafíos estructurales para la economía colombiana en un contexto de presiones inflacionarias persistentes.
