El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este domingo 29 de diciembre de 2025, en una alocución nacional, un aumento del 23,7 por ciento al salario mínimo para 2026, elevándolo a un total de dos millones de pesos mensuales incluyendo el auxilio de transporte. La medida, decretada por el Gobierno, establece el salario base en 1.750.905 pesos, con un incremento del 22,7 por ciento, y el auxilio de transporte en 249.095 pesos, lo que representa un incremento real previsto del 18,7 por ciento. Petro justificó el ajuste argumentando que busca cubrir los costos de alimentación, vivienda y salud conforme al concepto de salario mínimo vital establecido por la Organización Internacional del Trabajo.
El anuncio, realizado a solo dos días de finalizar 2025, ha generado una fuerte controversia entre sectores empresariales, políticos opositores y expertos, quienes critican que supera el índice de inflación y las recomendaciones basadas en productividad. Mientras el salario vital sin auxilio de transporte se fija en 1.750.905 pesos —una cifra que no aplica uniformemente en todas las regiones del país dado que el auxilio de transporte varía—, las reacciones en redes sociales, particularmente en la plataforma X, han sido inmediatas y contundentes.
Críticas de la oposición por impacto en la economía
El exfiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, fue uno de los primeros en cuestionar la decisión públicamente a través de su cuenta en X, advirtiendo que este aumento mete al país de lleno en la informalidad, la tercerización, la reducción de contrataciones, el nuevo desempleo y el congelamiento de nóminas. Barbosa también alertó que el incremento salarial elevará los precios, impulsará la inflación —cuyo costo pagará el consumidor final— y obligará al Banco de la República a subir las tasas de interés, encareciendo el crédito.
«Petro con la decisión del aumento del 23,7% del salario mínimo mete al país de lleno en la informalidad, tercerización, reducción de contrataciones, nuevo desempleo y congelamiento de nóminas».
Francisco Barbosa, exfiscal General de la Nación
«Petro se despide de la presidencia pisoteando el país. Al final los trabajadores no ganan».
Francisco Barbosa, exfiscal General de la Nación
Por su parte, el expresidente Álvaro Uribe Vélez y la senadora María Fernanda Cabal se unieron a las críticas, acusando al Gobierno de populismo que perjudicará a los trabajadores y la economía nacional. Uribe señaló que Petro endulza el oído de los empleados pero les amarga la vida, mientras Cabal argumentó que subir salarios sin producir más no genera riqueza, sino que la elimina, comparándolo con las políticas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela.
«Petro endulza el oído de los trabajadores y les amarga la vida».
Álvaro Uribe Vélez, expresidente
«Subir salarios sin producir más no genera riqueza, sino que la elimina. ¿No lo creen? Vean lo que Chávez y Maduro hicieron con Venezuela. Chávez anunciaba aumentos de salario mínimo mientras destruía la economía. Petro va por el mismo camino, populismo disfrazado de justicia social que solo genera inflación, desempleo y pobreza».
María Fernanda Cabal, senadora
En contraste, el presidente Petro defendió la medida destacando su impacto familiar más allá del trabajador individual, afirmando que realmente gana más la familia ahora, no solo el trabajador. La polémica se extiende a debates sobre empleabilidad y sostenibilidad económica, con opositores insistiendo en que el ajuste perjudicará el tejido productivo del país en un contexto de cierre de su mandato presidencial.
