El presidente Gustavo Petro anunció la noche del lunes 29 de diciembre de 2025, en una alocución presidencial desde Colombia, el decreto que fija un aumento del 23,7% al salario mínimo para 2026, elevándolo a 1.746.880 pesos mensuales, más el auxilio de transporte, para totalizar dos millones de pesos. Esta medida se tomó tras el cierre sin acuerdo de la mesa de concertación tripartita, donde no prosperó un consenso entre el Gobierno, los empresarios y las centrales obreras. El expresidente Ernesto Samper celebró la decisión y propuso un cambio en el criterio de ajuste salarial, pasando de la inflación a un modelo de «salario familiar».
El incremento busca cubrir las necesidades básicas de los trabajadores y mejorar su poder adquisitivo, superando los ajustes de años anteriores en un contexto de debate nacional sobre empleo e informalidad laboral. La ausencia de acuerdo en la mesa tripartita obligó al Ejecutivo a avanzar por decreto, destacando las tensiones entre las partes involucradas en la negociación salarial.
Reacciones divididas de expresidentes en redes sociales
Las reacciones no se hicieron esperar en las cuentas de X de figuras políticas destacadas. Ernesto Samper respaldó la medida con una propuesta innovadora para vincular los ingresos laborales de forma redistributiva con la canasta familiar básica y el número de personas por hogar.
“Tal vez haya llegado el momento de desvincular los ajustes del salario mínimo de la inflación, que supuestamente devolvía al trabajador el poder adquisitivo perdido el año anterior, para pasar al ‘salario familiar’, que sintoniza los ingresos laborales de manera redistributiva con el valor de la canasta familiar de bienes y servicios básicos y el número de personas trabajando en cada hogar para pagarla”
Ernesto Samper, expresidente
En contraste, el expresidente Iván Duque criticó duramente el anuncio, comparándolo con políticas de líderes como Hugo Chávez, Evo Morales y Rafael Correa, a quienes describió como «progresistas» que en realidad promueven la pobreza al espantar inversión y destruir empleo formal.
“Es la partitura de Chávez, Evo, Correa, etc.; se llaman ‘progresistas’, pero son pobresistas porque espantan la inversión, destruyen a los generadores de empleo y llenan la sociedad de trabajadores informales”
Iván Duque, expresidente
Por su parte, Andrés Pastrana también cuestionó la decisión, calificándola como una «borrachera» del mandatario que dejará a Colombia con las secuelas.
“El 23% es otra borrachera de Gustavo Petro en la que a Colombia le toca el guayabo”
Andrés Pastrana, expresidente
Estas posturas resaltan el polarizado debate sobre el impacto del aumento salarial en el poder adquisitivo de los trabajadores frente a sus posibles efectos en la generación de empleo y la economía nacional, en un año que cierra con definiciones clave para el bolsillo de los colombianos.

















