José Obdulio Gaviria, exsenador y referente ideológico del Centro Democrático, amigo cercano de Álvaro Uribe Vélez y abogado de profesión, calificó como una “estafa” el incremento del 23,7% al salario mínimo para 2026 anunciado por el presidente Gustavo Petro. En publicaciones en su perfil de X, Gaviria criticó duramente la decisión tomada por Petro y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, argumentando que rompe con las lógicas del mercado laboral y genera riesgos inflacionarios elevados. Este aumento elevaría el salario mínimo sin subsidio de transporte a 1.476.882 pesos, según una de sus menciones, o inicialmente a 1.746.882 pesos, y con subsidio alcanzaría los 2.000.000 pesos, superando ampliamente la inflación acumulada de 2025, estimada en 5,2%, y las proyecciones para 2026 del 4,5%, lo que implica un incremento real del 19%.
El cuestionamiento de Gaviria se da en el marco de la reacción de la oposición política tras el anuncio presidencial de cara a 2026, donde advierte sobre posibles cierres de pequeñas y microempresas, así como una distorsión en el cálculo económico que ignora la independencia del Banco de la República y la regla fiscal. Según el exsenador, esta medida política desconoce las consecuencias previsibles como desempleo, inflación acelerada y empobrecimiento general, comparándola con experiencias fallidas en otros países.
Críticas incendiarias y paralelos históricos
Gaviria no escatimó en palabras para describir la decisión como un acto de “garulería económica, de temeridad política y de un ‘valeverguismo’ histórico de tipos a los que les importa un comino lo que le pase al país cuando ellos abandonen la Casa de Nariño”. En otra publicación, acusó directamente a Petro y Sanguino de “entrar como unos cuatreros a distorsionar el cálculo económico producto de la acción humana, llevando a consecuencias requetesabidas: desempleo, inflación acelerada y empobrecimiento general”.
“A los colombianos nos tocó hoy socialismo y keynesianismo puro y duro. Una fórmula que quebró a una potencia económica como lo era Argentina”
José Obdulio Gaviria, exsenador
El exlegislador trazó paralelos con Venezuela entre 1999 y 2013, bajo el gobierno de Hugo Chávez, donde los aumentos salariales anuales del 20% al 40% llevaron el desempleo del 10% al 20% y una contracción del 60% en el PIB per cápita. En su visión, elevar el salario mínimo un 23,7% equivale a “emborrachar a los trabajadores para que gocen una fiesta que tendrán que pagar con hiperinflación”, alertando sobre un futuro de inestabilidad económica similar.
“La decisión de decretar un aumento de salario mínimo del 23,7% fue un acto de garulería económica, de temeridad política y de un ‘valeverguismo’ histórico de tipos a los que les importa un comino lo que le pase al país cuando ellos abandonen la Casa de Nariño”
José Obdulio Gaviria, exsenador
Esta controversia resalta las tensiones entre el gobierno y la oposición del Centro Democrático, en un contexto donde el debate sobre el salario mínimo para 2026 ya genera divisiones profundas, con temores de impactos en el empleo formal y la competitividad de las microempresas colombianas.

















