La Oficina de la ONU Derechos Humanos en Colombia ha expresado profunda preocupación por la escalada de violencia en los municipios de Tibú y El Tarra, en la región del Catatumbo, Norte de Santander, donde confrontaciones armadas entre el ELN, disidencias de las FARC y el Frente 33 han generado una grave crisis humanitaria. En los corregimientos de Filogringo y la zona norte rural de El Tarra, ataques con drones explosivos y acciones armadas han provocado desplazamientos masivos de centenares de personas, confinamientos y restricciones a la movilidad, dejando a la población civil en una situación de alto riesgo.
La Asociación de Personeros del Catatumbo y la Delegación del Gobierno en los diálogos de paz se suman a estas alertas, destacando que estos hechos ocurren en un contexto de suspensión de las negociaciones entre el Gobierno y el ELN desde enero, lo que ha coincidido con advertencias previas sobre la intensificación de los choques entre el ELN y el Frente 33. Aunque no se han confirmado cifras exactas de heridos o fallecidos, los reportes indican un impacto masivo en las comunidades, con familias enteras obligadas a huir de sus hogares en medio de la incertidumbre.
Llamados urgentes a la protección de civiles y respeto al Derecho Internacional Humanitario
Las entidades involucradas han instado al Estado colombiano a incrementar su presencia y acciones de protección en la zona, al tiempo que hacen un llamado vehemente a los grupos armados organizados para que respeten los principios de distinción, precaución y proporcionalidad del Derecho Internacional Humanitario, permitiendo la creación de corredores humanitarios seguros. Además, se propone la conformación de una Comisión Humanitaria integrada por la Defensoría del Pueblo, Naciones Unidas, la Iglesia Católica y la Gobernación de Norte de Santander, con el fin de atender de manera inmediata las necesidades de las víctimas.
«La población civil está nuevamente expuesta a riesgos inaceptables».
Asociación de Personeros del Catatumbo, comunicado
«Reiteramos que la población civil no es parte de la confrontación armada y no debe ser utilizada, instrumentalizada ni puesta en medio de disputas violentas que vulneran derechos fundamentales como la vida, la integridad, la libertad y la dignidad humana».
Asociación de Personeros del Catatumbo, comunicado
Esta nueva ola de violencia en el Catatumbo subraya la fragilidad de la situación humanitaria en una de las regiones más afectadas por el conflicto armado en Colombia, donde la ausencia de avances en los procesos de paz agrava las vulnerabilidades de las comunidades locales y demanda una respuesta coordinada e inmediata de las autoridades nacionales e internacionales.
















