Uribe critica alza del 23% al salario mínimo 2026 y pide bajar impuestos

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El expresidente de Colombia Álvaro Uribe Vélez, quien gobernó entre 2002 y 2010 y es considerado el líder natural del Centro Democrático, criticó duramente el aumento del 23 por ciento al salario mínimo anunciado por el Gobierno nacional para 2026, que elevará el valor mensual a 1.746.880 pesos más un auxilio de transporte de 200.000 pesos, sumando cerca de dos millones de pesos en total. En declaraciones públicas difundidas a través de su cuenta en la red social X (@AlvaroUribeVel), Uribe advirtió que esta medida generará despidos masivos, con letreros de ‘No hay puestos’ en las puertas de las empresas, y acelerará el éxodo de jóvenes del país, donde ya salen más de 80.000 al año, en un contexto de informalidad laboral que alcanza el 55 por ciento y remesas de colombianos en el exterior cercanas a los 13.000 millones de dólares.

Uribe argumentó que el bienestar social sostenido depende de una economía fraterna donde le vaya bien tanto al trabajador como al empresario, proponiendo reducir impuestos y cargas laborales para evitar que parte del aumento salarial se diluya en medicamentos y salud debido a lo que califica como la destrucción causada por el actual Gobierno. Señaló que la mayoría de empresas y empleadores no soportan los impuestos existentes, sumados a este incremento, los 18 días festivos con recargo del 100 por ciento —superando a Chile que tiene un 30 por ciento— y las 11 horas nocturnas con recargo del 35 por ciento, a diferencia de Panamá que aplica un 50 por ciento. Además, cuestionó el incumplimiento de la renta básica prometida, el derroche, la corrupción, la burocracia y otros problemas como la producción histórica de cocaína, el déficit fiscal, el endeudamiento y la amenaza a las reservas pensionales, en medio de un bono pensional e incrementos en la remuneración pública.

Riesgos advertidos por Uribe

El exmandatario alertó sobre riesgos como despidos generalizados, incluso la posibilidad de que a quienes ganan por encima del mínimo se les reduzca el salario aproximándolo a este nuevo piso, lo que dejaría a los trabajadores informales —la mayoría en Colombia— sin esperanza de un empleo estable y digno. También mencionó el impacto en la vivienda social, con aumentos de más de 40 millones de pesos por unidad, y una caída en la inversión privada que agravaría la inflación, la informalidad y el éxodo ciudadano.

“Sí a la remuneración, no a corrupción, violencia, burocratismo, impuestos. Parte del aumento se irá en medicamentos y salud por la destrucción de Petro. ‘No hay puestos’, se leerá en las puertas de las empresas. Más jóvenes se irán del país, ya salen más de ochenta mil al año”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia

“El bienestar social sostenido, esto es, que no sea flor de un día, depende de una economía fraterna, que exige que le vaya bien al trabajador y al empresario. Se repite que es mejor un peso en remuneración al trabajador o en inversión empresarial que pagado en impuestos, con el agravante de un gobierno corrupto que amenaza quebrar el fisco nacional”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia

“La mayoría de empresas y empleadores no soportan los impuestos y las cargas laborales, más este aumento salarial”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia

“Se corre el riesgo de despidos, también, que a quienes ganan por encima del mínimo, los vayan bajando en aproximación a este. Los trabajadores informales, que son la mayoría, pierden la esperanza de tener un empleo estable y digno. Encontrarán en la puerta de las empresas este letrero: ‘No hay puestos’”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia

“Nuestro compromiso es de respeto a los trabajadores, de reducción de impuestos, de eliminación de la corrupción, eliminación del derroche, de disminución sustancial del tamaño del Estado, de condiciones que estimulen la inversión privada con garantías de estabilidad que los Gobiernos no puedan violar”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia

Estas declaraciones de Uribe se enmarcan en un debate nacional sobre el equilibrio entre protección laboral y competitividad empresarial, en un momento en que el Gobierno enfrenta múltiples presiones fiscales y el país lidia con altos niveles de informalidad y migración juvenil, dejando abierta la pregunta sobre las verdaderas consecuencias de este histórico aumento salarial para 2026.

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