Roy Barreras, precandidato presidencial, revivió en su cuenta de X una publicación de 2022 del empresario y aspirante a senador por el Centro Democrático, Mario Hernández, en la que este proponía elevar el salario mínimo en un 20% ante una inflación proyectada en torno al 14%, resaltando así la coincidencia con la actual postura del gobierno de Gustavo Petro, quien decretó un aumento del 23,7% para 2026 con el fin de garantizar un salario mínimo más justo para los trabajadores colombianos.
El intercambio se da en el marco de un acalorado debate nacional sobre el impacto de esta medida, que ha generado opiniones divididas: mientras el presidente busca mejorar los ingresos de la población laboral, críticos como Hernández advierten sobre riesgos de inflación y pérdida de competitividad, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), al considerar que un alza sin respaldo en productividad podría encarecer todo lo indexado al salario mínimo y afectar la economía en general.
De la propuesta pasada a las críticas actuales
Hernández, en su mensaje original dirigido al entonces candidato Petro, enfatizó la necesidad de fomentar el empleo y reconocer diferencias ideológicas, pero insistiendo en que tanto él como el actual mandatario comparten la convicción de que la gente debe ganar más. Barreras, por su parte, celebró esta aparente alineación al ironizar sobre el empresario-candidato del uribismo, y extendió el diálogo proponiendo como siguientes pasos aliviar la carga de las Mipymes y estimular el crecimiento económico para un cambio responsable que beneficie a trabajadores y empresarios por igual.
«Presidente @petrogustavo la inflación va a cerrar el año rondando el +-14% yo le propongo que suba el salario mínimo el 20% y que fomentemos a la gente que quiere trabajar. Tenemos diferencias importantes, pero igual que usted soy un convencido de que la gente debe ganar más.»
Mario Hernández, empresario y aspirante a senador por Centro Democrático
Sin embargo, Hernández ha matizado su posición recientemente, cuestionando el aumento del 23,7% decretado por Petro al argumentar que sin un incremento en la productividad, Colombia perdería competitividad y la inflación se dispararía, aclarando que no se opone a salarios más altos siempre y cuando vayan acompañados de mayor eficiencia económica.
«Qué bueno que el empresario-candidato del uribismo Mario Hernández esté de acuerdo con nosotros en que es bueno que la gente tenga un salario mínimo más justo.»
Roy Barreras, precandidato presidencial
«El paso que sigue: aliviar la carga de las MIPYMES y luego estimular el crecimiento de toda la economía. El cambio es justo, es necesario y es inevitable pero debe ser un CAMBIO RESPONSABLE con el que ganen todos: trabajadores y empresarios.»
Roy Barreras, precandidato presidencial
Esta controversia se enriquece con voces del sector empresarial, como la del presidente de Fenalco, Jaime Cabal, quien tildó la negociación del salario mínimo de «farsa y burla institucional para el sector productivo del país», describiéndola como anticipada, unilateral y abiertamente populista, lo que subraya la tensión entre la búsqueda de equidad social y la sostenibilidad económica en Colombia.
«Cuando el salario mínimo sube 23% sin productividad detrás, perdemos competitividad y sube la inflación. Además, mucho está indexado al salario mínimo, así que todo se encarece.»
Mario Hernández, empresario
«No es estar en contra de que la gente gane más; es entender que sin productividad, el efecto es el contrario.»
Mario Hernández, empresario
El debate, impulsado en redes sociales como X, refleja las complejidades de implementar reformas laborales en un contexto de inflación controlada y recuperación postpandemia, donde el equilibrio entre protección al trabajador y viabilidad empresarial se presenta como el próximo gran desafío para el país.
