En un nuevo episodio de violencia en la región del Catatumbo, disidencias de las Farc lanzaron ataques con drones cargados de explosivos contra viviendas en el corregimiento Filo el Gringo, zona rural de El Tarra, en el Norte de Santander. Las imágenes de estos ataques comenzaron a circular durante la mañana del 31 de diciembre, dejando al menos cinco personas heridas, incluidos dos menores de edad. Los drones fueron dirigidos presuntamente a residencias utilizadas como refugio por miembros del ELN, en el marco de una ofensiva por el control territorial.
Este incidente se suma a los enfrentamientos intensos entre las disidencias de las Farc y el ELN, que han elevado considerablemente la tensión en la zona. Videos difundidos en redes sociales y X muestran graves daños materiales en las áreas afectadas, con estructuras destruidas y escombros esparcidos, evidenciando la potencia de los artefactos explosivos utilizados.
Disputa territorial amenaza con nuevos desplazamientos
La escalada de violencia responde a la pugna por el dominio en Catatumbo, donde ambos grupos armados buscan consolidar su presencia. Este tipo de choques ha incrementado recientemente, recordando los eventos de hace un año que provocaron desplazamientos forzados masivos entre la población civil. Autoridades y observadores temen que estos ataques con drones, una táctica cada vez más frecuente, generen un éxodo similar y profundicen la crisis humanitaria en la región.
La situación en El Tarra y sus alrededores permanece volátil, con residentes atrapados en el fuego cruzado de estas organizaciones. Mientras las imágenes continúan circulando, se espera una respuesta de las fuerzas públicas para contener la ofensiva y proteger a los civiles en medio de esta guerra por el territorio.
