Enrique Montaña, especialista en medicina de emergencias del Hospital Universitario San Ignacio, alertó sobre los riesgos de intoxicación alimentaria que acechan durante las cenas de fin de año, especialmente por la manipulación incorrecta de carnes, mariscos y lácteos. Durante estas festividades, la preparación y conservación de grandes volúmenes de comidas favorece la multiplicación bacteriana, lo que puede derivar en graves problemas de salud si no se siguen medidas estrictas de higiene y almacenamiento.
Entre las recomendaciones clave, Montaña enfatizó que los alimentos cocinados no deben permanecer a temperatura ambiente por más de dos horas, que las aves deben cocinarse hasta alcanzar una temperatura interna de 74 grados Celsius o 165 grados Fahrenheit, y que los perecederos requieren refrigeración inmediata. Bacterias como Salmonella o E. coli representan una amenaza en carnes mal cocidas, mariscos, lácteos, huevos crudos, frutas y verduras sin lavar, con síntomas que incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea, los cuales pueden manifestarse horas o incluso días después del consumo.
Alimentos de alto riesgo y síntomas de alerta
Productos particularmente vulnerables durante las celebraciones incluyen pavo, pernil de cerdo, salsas para ensaladas, mariscos, lácteos sin refrigerar, huevos o mayonesa casera, brotes crudos y jugos no pasteurizados. Para prevenir estos incidentes, es esencial lavar manos e ingredientes, evitar la contaminación cruzada, comprar en sitios confiables, revisar fechas de vencimiento y refrigerar carnes y lácteos apenas se llega a casa. Los casos demandan atención urgente si presentan diarrea con sangre o pus, fiebre superior a 38,5 grados Celsius o vómitos persistentes que impidan la hidratación.
“Son susceptibles si no se mantiene una adecuada cadena de frío”
Enrique Montaña, especialista en medicina de emergencias del Hospital Universitario San Ignacio
Estas advertencias buscan garantizar que las fiestas de fin de año en Manizales y alrededores transcurran sin sobresaltos sanitarios, recordando que una manipulación adecuada no solo preserva el sabor de las tradiciones navideñas, sino que protege la salud de familias enteras.
