La vida de Lina Perdomo Quiñones personifica la realidad de los deportistas colombianos: por perseguir sus sueños y tener un nombre deben salir en busca de oportunidades y llegan al lugar que menos esperan.
Su encuentro con las pesas fue casi por accidente, en aquel entonces practicaba voleibol y su entrenador le hizo la sugerencia de realizar trabajo físico en el gimnasio para tener una mayor fuerza en brazos y piernas. Luego de un incidente que le costó el cupo en el equipo de voleibol y adquirir un gusto por las pesas, decidió encaminarse por la halterofilia.
Su proceso inició a los 13 años, pasó por casi cuatro entrenadores en donde tuvo
que transitar por procesos, objetivos y metodologías totalmente distintas y su tercera entrenadora marcó una diferencia en su trabajo, ayudándole a mejorar la técnica e impactando exitosamente en cada competencia que iba enfrentando.
Ella, oriunda de Mocoa, Putumayo; cuenta que su infancia pasó por muchos altos y bajos en el comienzo al estar alejada de su madre por temas laborales. Los primeros nueve años de vida estuvo con sus abuelos y tíos, para luego irse a vivir con su madre y hermana en Florencia, Caquetá; hasta los 18 años.
En busca de mejores oportunidades, tomó la decisión de mudarse a la ciudad de Manizales, luego de ser tentada en repetidas ocasiones por un entrenador con el cual tenía comunicación previa, pero en su momento no le prestaba mayor atención, pues en su adolescencia no contaba con la misma mentalidad y visión del deporte con la que cuenta actualmente.
¿Por qué Manizales y no otra ciudad para buscar nuevas oportunidades en el deporte?
No fue otra ciudad porque no tenía a alguien en quien me pudiera apoyar desde el principio y aparte, las demás ciudades son un poco complicadas con el deporte, porque muchas veces de una sola categoría deben competir entre diez para salir a una competencia y no es que yo
quiera las cosas de manera fácil, sino que uno busca tener mayores oportunidades.
¿Siente usted que en Manizales y en Caldas se apoya realmente el deporte?
La verdad sí, pues siento que como todo en la vida uno se lo tiene que ganar porque todo es con esfuerzo, pero yo la verdad sí he notado que es mucho el apoyo que se brinda para los deportistas en la ciudad y en el departamento.
¿Su especialidad en levantamiento de pesas es arranque o envión?
Los dos, pero me gusta mucho más el arranque, yo siento que me destaco más. Nosotros necesitamos la fuerza de los brazos, pero es más importante el de las piernas, el de envión es totalmente diferente. En el momento de hacer el arranque, desde el primer momento en que inicio me siento totalmente cómoda, en el segundo no tanto.
¿En qué momento se dio cuenta de que podía tomar la disciplina de la halterofilia como una profesión?
Cuando cumplí 18 años tuve una competencia en Cali, un sub 23 y siendo mi primer sub 23 quedé de tercera, entonces yo ya sentía que podía y que quería seguir toda mi vida con esto. Ya he tenido la oportunidad de representar tres veces al departamento y en la última
competencia que se realizó en el municipio de Chinchiná logré tres medallas de bronce enla división de 76 kilogramos en la categoría Sub 23.
¿Con qué valores se identifica?
Yo me considero primero una persona muy empática, aparte de eso soy muy solidaria,
tolerante y respetuosa. Creo que es lo más importante y lo que me destaca.
¿En algún momento se ha pensado rendir?
Lo pensé cuando llevaba como dos años, ya ahora me he dado cuenta de que estoy lejos porque mi proceso es más corto que el de los demás, pero me siento más motivada de lo que me sentía antes, entonces como hace dos años sí me sentía frustrada, pero eso ya pasó.
¿Cómo maneja su mentalidad para mantenerse enfocada en el deporte al ser tan joven?
Bueno, para mí siempre es importante el tema mental, al principio no lo apliqué, tal vez porque yo sentía que mi vida no iba a girar en torno hacia el deporte, pero como yo llegué aquí Manizales y prácticamente llegué sola con 18 años, trabajo y entreno, entonces eso me ayudó a forjar un carácter más fuerte y mentalmente me siento en mi mejor punto. Cualquier cosa que me pase no me afecta mucho, ya sé aceptarlo y pues se sigue para adelante.
¿Cómo vive Lina las horas o días previos a enfrentar una competencia?
La verdad es que a mí no me da nervios en el momento de competir, es más bien antes de hacerlo, como tres o cuatro días antes duermo un poco mal y me siento muy nerviosa, pero ya cuando voy a competir solamente me enfoco y pienso en lo que ya he hecho, porque la competencia solamente es hacer lo que uno ya sabe y hace normalmente; de resto ya me va
bien la verdad.
¿Qué considera qué es lo más exigente y difícil de su deporte?
La disciplina porque siento que si uno es disciplinado y maneja bien el tema de los horarios lo puede lograr, así exista agotamiento mental y físico. Si uno está enfocado y disciplinado por lo que uno quiere conseguir, hasta los mismos problemas se empiezan a olvidar a la hora
de entrenar. La disciplina ayuda mucho y se ve reflejada con el transcurrir del tiempo.
¿Cuál es el objetivo inmediato o competencia para la que se está preparando?
Quiero ir al torneo sub 23 y a mayores. Ya inicié la preparación y como es el año que viene, tengo una especie de ventaja, porque tengo más tiempo para entrenar a comparación de mis adversarios.
¿Qué metas personales tiene a futuro?
A futuro voy a seguir siendo deportista profesional, pero también estoy estudiando, me gusta mucho la psicología y me quiero especializar en psicología deportiva, para realizar una fusión con mi carrera profesional y la halterofilia.
¿Y una meta a futuro en el deporte?
Los Juegos Olímpicos, yo creo que ese es el sueño de todo deportista y yo me visualizo muy bien lográndolo.
¿Cuál es la rutina diaria de Lina?
Bueno, yo me levanto a las 6:00 de la mañana y empiezo a trabajar en un call center a las 7:00. Por temas de entrenamiento tuve que modificar el horario de trabajo y por esto trabajo más o menos hasta las 2:30 de la tarde. Me dedico a estudiar, leer y adelantar los trabajos que tengo pendientes. Hago mi rutina de entrenamiento a las 4 y luego me dirijo a la casa, descanso un poco, hago la comida y sigo estudiando hasta las 10:30 de la noche para luego acostarme a dormir.
Su mayor ejemplo de vida y lugar seguro es su madre. Lina, agradece a dios y a las personas que la rodearon desde el primer momento que llegó a Manizales, personas que le ayudaron y la hicieron sentir el calor de hogar que muchas veces se necesita, pero principalmente se agradece a ella por todo lo que ha logrado para llegar hasta acá. Su fortaleza, valentía, disciplina y constancia le han contribuido a superar las diferentes adversidades de la vida.
Ella y solo ella ha hecho hasta lo imposible para lograr sus objetivos, recordando con orgullo lo doloroso que ha sido cierta parte de su proceso, forjando un carácter para ser mejor cada día.
