Como un atropello y un maltrato es calificado el proceder del propietario del Once Caldas para con la ciudad y su gente que lo acogen y acompañan, para con las instituciones que lo exoneran de impuestos y ni siquiera auditan o controlan el destino de esos recursos públicos. Ni para una obra benéfica contó Manizales con el señor Tulio Mario Castrillón, quien asume como suyo un escenario que es público, de todos los manizaleños y que lo administra en virtud de un comodato que ni siquiera lo obliga a ponerle un baño decente a los deportistas que entrenan todas las mañanas en la pista atlética del Palogrande. Son estas las principales conclusiones a la crítica por el debate que ha planteado el dirigente deportivo.
Uber Alberto Zapata, padre de Santiago, quien sufre de distrofia muscular y por quien se realizará el partido entre los exjugadores de Once Caldas y Boca Juniors este domingo, dijo que “la incertidumbre es total, lamentablemente nos sentimos atropellados por Tulio Mario Castrillón; como padre y doliente de la causa, nos sentimos humillados por parte de este señor”.
Zapata contó que se habían vendido 3.000 boletas, pero a raíz de lo que ha venido ocurriendo, la gente dejó de adquirirlas, “se dejaron de vender por los comunicados del Once Caldas, pero si no hay partido, la empresa les devolverá el dinero. Tenemos fé que se pueda dar solución al incidente”, dijo.
El Once Caldas y su Fundación, sacaron un nuevo comunicado para desmentir lo dicho por Uber Alberto Zapata en algunos medios, afirmando que el equipo pertenece a la ciudad y que seguirá representando a los manizaleños y caldenses, desvirtuando así las afirmaciones dadas en el sentido de que el equipo se iría de Manizales si el partido se realizaba en el estadio Palogrande. El conjunto albo manifestó que solicitará la rectificación debida a quienes han dado a conocer esas versiones y reiteró que no ha recibido ninguna solicitud oficial de la administración municipal para entregar el Estadio.
Sin embargo, la administración municipal quemó el viernes su última carta y envió a las directivas del equipo para su firma, un documento suspendiendo el comodato para la realización del partido. La idea era que las partes lo firmaran de mutuo acuerdo. Sin embargo, el Once Caldas lo devolvió a la Secretaría de Deportes sin firmar.
Respuesta de la Administración
A través de comunicado de prensa, la alcaldía hizo la siguiente declaración al final de la noche:
Reacciones de la prensa deportiva
Rechazo unánime de la prensa deportiva de Manizales se ha presentado a raíz de la situación presentada con este partido benéfico en nuestra ciudad.
Para Duván Marín Martínez, la insensibilidad se apoderó de los protagonistas de esta historia: “Hay insolidaridad e insensibilidad de la Alcaldía de Manizales y del Once Caldas. El estadio lo pagamos los manizaleños, mediante contribución y no hay derecho que no se haya facilitado para una obra benéfica. Funcionarios y directivos promeseros, parecidos a algunos politiqueros; humillaron, engañaron y ultrajaron a una familia víctima de la distrofia muscular y con pretensiones sanas de construir una clínica para el tratamiento de centenares de jóvenes pacientes afectados y sin recursos para sus tratamientos. Tiene sentido común facilitar un escenario público con destino a lo social. Como no lo hace el Estado, era la ocasión para convertir el sueño de un niño en realidad, a través de un juego amistoso con legendarios famosos de Argentina y Colombia“.
Marín Martínez afirmó que hace 10 años el estadio está secuestrado. “Son unos mercenarios del fútbol; secuestraron una divisa que es del pueblo. Solo les interesa su propio bolsillo a expensas de los manizaleños que viven estafados en su casa. Cada semestre, bajo argucias, dicen que montarán un gran conjunto; debe ser para no clasificarlo y tenerlo al borde del descenso. Aparte que laboralmente, son maltratadores de empleados“.
Por su parte Mario Cesar Otalvaro Trejos, tildó el hecho de bochornoso: “Espectáculo bochornoso, provocado por la soberbia de un dirigente que le ha hecho mucho daño al Once Caldas, y que se tiró el partido porque no fue su idea, dejando en estado lamentable a la dirigencia local, falta de liderazgo, de hombres cívicos, y de empuje, a quienes la ciudad y sus empresas les quedan grandes”.
El Presidente de la Asociación Colombiana de Periodistas Deportivos en Caldas, Gabriel Fernando Cárdena Osorio, dijo que “es una de las situaciones más pintorescas con relación a la propiedad de un escenario deportivo, lo que ha pasado en Manizales. No se entiende como una persona que hace escasos años llega a la ciudad, se auto habilita como amo y señor del estadio Palogrande. Este campanazo de alerta nos hará esperar un análisis profundo de un posible nuevo comodato con el Once Caldas”.
Cárdenas agregó que “no hay derecho a que la administración municipal entregue de un todo un escenario propiedad de la ciudad. Un personaje de marras no puede actuar, amparado en supuesta legalidad, como dueño de él”.
Diego Giraldo Gaviria dijo que “la renuencia del ONCE CALDAS a facilitar el uso del estadio Palogrande, siendo que era para una obra de talante solidario, como el partido pro-recursos para la fundación Santiago Zapata, “leyendas por Santi”,no desnuda, sino que reafirma ese manejo contaminado con todo lo que tiene que ver con la ciudad, en este caso con el propio Municipio de Manizales, quien regenta ese activo que es de todos los manizaleños. Al Zar del blanco Tulio Mario Castrillón, ese desplante a la Alcaldía, hay que sumarlo al desafío que ha marcado la relación con la prensa deportiva local, y la indiferencia frente a las aspiraciones de la afición, la cual se ha tenido que resignar al acompañamiento de un equipo modesto, sin ambiciones para volver a las élites del fútbol colombiano, y al escenario internacional, donde se aplaudió a rabiar ese episodio histórico de la humillación a Boca en el 2004, disputa que ahora no ve uno el ambiente propicio para su evocación, pese al interés de los ex jugadores que dijeron SI,a ese “amistoso”.
El editor de deportes de La Patria, Oswaldo Hernández, dijo en sus redes sociales: “Señor Alcalde, ¿Dónde está la autoridad?”.