A partir de un reporte de la Contraloría General de la República se publicó un ranking de “elefantes blancos” en Colombia en el que se hace referencia a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) que actualmente se construye en Manizales.
Allí se clasifica este proyecto en el grupo de los que se quedaron como “obras muertas” o iniciativas que se quedaron “estancadas o abandonadas”.
Para la empresa Aguas de Manizales, esas definiciones “no encajan con el desarrollo de la PTAR, puesto que este proyecto de región se encuentra en plena ejecución, cuenta con recursos para su desarrollo y claramente no está detenido”.
Explica un comunicado de la entidad que “la finalización de obras civiles está contemplada para enero del 2024. Su avance actual es del 5,70% en obra y del 7,20% en equipos que se están fabricando en Estados Unidos, Alemania, México, India, Austria y Reino Unido”.
Agrega el informe que “este proyecto tiene componentes ambientales y sociales, que presentan avances significativos que han estado sujetos, como todo el resto del proyecto, a controles de la procuraduría, la contraloría, la personería y las veedurías ciudadanas”.
Sin embargo, reconoce que “presenta atrasos” y que “el compromiso de Min vivienda, como mayor financiador del proyecto, al igual que el de la Alcaldía de Manizales, Corpocaldas y Aguas de Manizales, es hacer todo lo posible para que este sea una realidad, en cumplimiento de todo lo contractualmente estipulado”
Aguas de Manizales aseguró además que la construcción de esta obra no ha generado sobre costos.
Incluso el Tribunal Administrativo de Caldas, en sentencia de segunda instancia, verificó su ubicación, capacidad, impacto ambiental, socialización del proyecto, adecuada selección del contratista y ausencia de sobrecostes, donde señaló que “se encuentra acreditado que el incremento del valor del convenio está justificado en la actualización de los valores y una reformulación del proyecto“, recalcó la empresa de Servicios Públicos
Aseguró finalmente que “la PTAR seguirá avanzando para hacer que las aguas residuales domésticas aproximadamente de 200 mil personas de la ciudad, lleguen al río Chinchiná.