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Ramón González deja la Dirección Nacional de Inteligencia por escándalo de la UNGRD

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El presidente Gustavo Petro aceptó la renuncia del alto funcionario.

Por medio de su cuenta en X, el presidente Gustavo Petro aceptó hoy viernes la renuncia de Carlos Ramón González, quien hasta ayer se desempeñaba como Director de la Dirección Nacional de Inteligencia.

El paso al costado de González obedeció a que su nombre apareció en la lista de altos funcionarios mencionados por la Fiscalía en el escándalo de corrupción de la UNGRD (Unidad Nacional de Atención de Riegos y Desastres), señalado de ser quien supuestamente ordenaba entregar coimas.

Según explicó el primer mandatario de los colombianos, “su cargo como responsable de inteligencia civil es incompatible con cualquier investigación judicial y con el mismo aparato de justicia del país”.

A renglón seguido, el presidente indicó que “para tranquilidad de fiscales y jueces, para su independencia y buen juicio y para la misma labor de defensa de los abogados de Carlos Ramón, lo mejor es la separación de su cargo”.

Según el ente investigador, y con base en los testimonios del exdirector Olmedo López y ex subdirector Sneyder Pinilla, Carlos Ramón González habría dado la orden de entregar más de $4.000 millones en sobornos a Iván Name y Andrés Calle, expresidentes del Congreso.

“Las entregas se dieron (…) conforme a las instrucciones de Carlos Ramón González, quien para ese momento se desempeñaba como director del Dapre”, indicó la fiscal Andrea Muñoz en la audiencia imputación de cargos contra López y Pinilla celebrada ayer 25 de julio.

El que es considerado el más grande escándalo de corrupción de los último tiempos en el país, tuvo origen en la que en principio se percibió como una supuesta malversacion de 46 mil 800 millones de pesos que estaban destinados a la compra por parte de la UNGRD de 40 camiones cisterna para distribuir agua potable a regiones alejadas del departamento de La Guajira.

La renuncia

En su carta de renuncia, Carlos Ramón González advierte que “Ante los últimos acontecimientos conocidos a través de los medios de comunicación, mi posición en este cargo se hace políticamente insostenible e incompatible con cualquier investigación; he considerado separarme del cargo para tranquilidad de los investigadores y de la opinión pública”.

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