Quibdó, Chocó, 16 noviembre 2024_ Reportero Asociados del Mundo _ En medio de una emergencia que ha dejado a miles de familias en el departamento del Chocó enfrentando las devastadoras consecuencias de las inundaciones, el Gobierno de los Estados Unidos anuncia un nuevo aporte de $100,000 dólares, canalizado a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Este esfuerzo busca mitigar las necesidades más urgentes de las comunidades afectadas, reafirmando así su compromiso con los sectores más vulnerables.
Esta nueva contribución se suma al trabajo conjunto que Estados Unidos realiza con socios internacionales y el Gobierno de Colombia para abordar la emergencia humanitaria. Los recursos permitirán la compra y distribución de suministros esenciales, como kits de refugio, higiene y otros materiales prioritarios identificados por las autoridades colombianas.
El apoyo no comienza aquí. Desde el inicio de la crisis, USAID destinó $40,000 dólares a través de su Programa Regional de Asistencia en Desastres (RDAP), permitiendo la entrega de cerca de 1.900 kits de higiene y elementos básicos para hogares afectados. Adicionalmente, con respaldo de USAID, el Programa Mundial de Alimentos (WFP) ha ajustado sus operaciones para proporcionar asistencia alimentaria a unas 45,000 personas en el Chocó, asegurando que los alimentos lleguen a quienes más los necesitan.
En el año fiscal 2024, destinó $42 millones de dólares en asistencia humanitaria para apoyar a personas afectadas por el conflicto interno en Colombia, con intervenciones en curso en áreas como asistencia alimentaria de emergencia, salud mental especializada, formación en salud, y acceso a agua potable.
Más allá de la emergencia, USAID ha demostrado un compromiso constante con el Chocó. Con más de 300 iniciativas, trabaja junto al gobierno colombiano para brindar asistencia humanitaria, promover la inclusión de comunidades étnicas y jóvenes, impulsar medios de vida sostenibles y proteger el medio ambiente. Estas acciones enfrentan problemas urgentes como la violencia, el confinamiento, la minería informal y la vulneración de derechos humanos, dejando una huella tangible en el desarrollo económico, social y cultural de la región.
Con esta nueva contribución, el Gobierno de los Estados Unidos ratifica su compromiso con Colombia, no solo como un aliado estratégico, sino también como un socio solidario en momentos críticos. En cada acción, resuena el propósito de brindar alivio y esperanza a las comunidades más golpeadas, avanzando hacia un futuro más seguro y digno para todos.