Por HERNANDO AYALA MELGAREJO*
Derecho a la Información médula de la libertad, autodeterminación, el más ignorado y vulnerado. Autonomía
Información, Periodismo, Periodista, tres factores específicos clave en la secuencia hacia la realización de un derecho esencial, fundamental, indispensable e imprescindible en conciencia y dignidad inherente en el ser sapiens, saber la verdad de su realidad para decidir lo mejor posible en libertad fidedigna sin interferencias, manipulaciones, engaños, timo ni vulneración de su autonomía efectiva para garantizar bajo su responsabilidad el goce efectivo de todos sus derechos y deberes. Es el derecho a la información garantía fundamental de conciencia libre para el ejercicio y autodeterminación en democracia real que hace posible realizar todos los derechos y deberes del CIVIS, el ciudadano al desnudo en su diversidad y multidimensionalidad humana y social.
Derecho a la información después del derecho a la vida, es garantía esencial para decidir el ejercicio leal, sin daño, de toda la secuencia de derechos dispuestos hoy en todas las categorías, clases y generaciones para coexistir en la diversidad humana en sociedad. Hay derechos fundamentales, esenciales, inherentes a la dignidad de cada ser humano por el solo acto de vivir, sin ninguna discriminación, segregación ni exclusión, en una sociedad libre en democracia, igualdad para todos. Ahí nuestra utopía en el ideal CIVIS parte de nuestra SOCIEDAD PARA TODOS en perspectiva ecosocial de goce efectivo, autónomo de derechos y deberes.
Hoy en la revolución tecnológica digital, con todas sus aplicaciones, no existe derecho fundamental de mayor relevancia, alcance y dimensión, que esté siendo atacado, vulnerado y amenazado en cada acto no veraz desde la manipulación de sistemas, plataformas, artefactos en la competidera por el mayor lucro buscado en la llamada economía de la atención y su dogma de resultados monetarios. Desinformar, engañar, manipular, robar atención a ultranza con la estrategia que fuere, causa profundo daño a la verdad real, como el sufrido por el periodismo, disciplina del pensamiento crítico, profesión del criterio, rama imprescindible de la ciencia social para la garantía del derecho a la información fidedigna potable para todos.
Conocer, defender, proteger y realizar a cabalidad el derecho a la información es responsabilidad de cada ciudadano en ejercicio de autonomía. Máximo compromiso ético si se ha hecho el juramento profesional vocacional de ejercer el periodismo, servicio ciudadano leal para entregar la información pública más limpia posible como el agua potable servida en toda ciudad y sociedad a salvo. El periodista es el profesional preparado en las técnicas de la recopilación, procesamiento, elaboración y suministro de información potable, cero sesgos, que no envenene ninguna conciencia de ninguna creencia, ni ideología, ni cosmovisión, como insumo limpio para la toma de decisiones en ejercicio de ciudadanía y democracia leal.
Usar el periodismo como instrumento de engaño con ropaje de periodista instrumentado con alta resonancia por lucro, es el fraude más repudiable contra la confianza de la conciencia ciudadana. Las amenazas de la era tecnológica digital artificial en la codicia por monetizar conciencias en rebaño, economía de la atención entretención, van directo contra la facultad racional, mental y ejercicio de pensamiento autónomo del ser humano enganchado en la nociva relación dependiente adicción al engaño, manipulación, desinformación. El pensamiento y la verdad están bajo amenaza permanente en el ecosistema de la neurosis adicción compulsiva digital.
Periodismo «fuego amigo» …
El periodismo sin memoria, que olvida la evolución de los hechos y su trazabilidad en el tiempo ¿termina en la orilla de los aliados de la impunidad?. Ahora la conversación sobre las rutas del periodismo en la era de los impulsos, emociones, «clickbaits» (amarillismo en pantallas), instintos compulsivos toc toc, transita en lógica de convergencias con los «prestidigitadores», contorsionistas del relato distractor disparador de reacciones que son los influencers que ganan en todo, como el paradigma Musk influencer tándem del engaño Trump y su promesa de dólares en chorro para todos.
«El periodista tiene que aprender de los influencers a comportarse en las plataformas con esas formas pero con ética y credibilidad» es el credo que desvirtúa el ejercicio profundo del periodismo tradicional «analógico» del siglo pasado. Algo así como todos a caricaturizar la realidad con efectos sensoriales para que de la manera más fácil los receptores «cojan» la idea a mayor velocidad. El periodismo ladrillo, reflexivo, de contexto y profundidad, tiene que simplificar con efectismo y cumplir el propósito de informar con total economía de palabras y espacios. No hay tiempo para la reflexión ni pensamiento crítico. Por ahí directo el paso al fraude y engaño periodístico tiene su autopista 5G.
El periodismo, operador profesional del derecho a la información en lo público, debe fortalecer su capacidad de comprensión fidedigna de la realidad para resolver la búsqueda del ciudadano responsable defensor de su derecho a no ser objeto de engaño en su deber de informarse bien con responsabilidad por la salvaguarda de su conciencia. Los «periodistas» candidatos a elecciones y opositores ideológicos, deben quedar en su vagón aparte plenamente identificados por el ciudadano competente con plena capacidad y criterio para saber cual es el periodismo fidedigno con voz confiable y aún así ejercer escrutinio para de manera conjunta blindar la verdad y protegerla de todos los fraudes que circulan con mayor ruido por todas las plataformas que proliferan con efectos distractores y estridentes.
Ahí en el periodismo potable, fidedigno, debe situarse el periodista y el usuario, el CIVIS, que no prescinde de la memoria para no caer en la trampa del olvido que condena a repetir los círculos y ciclos viciosos de la anti democracia cooptada por los agentes del lucro que depredan la integridad, confianza y autodeterminación de la gente con daño no cuantificable en favor de esa codicia. «La ética del recuerdo», discurso para periodistas con memoria y valor auténtico, es una pieza oratoria escrita y pronunciada por el Maestro Javier Darío Restrepo ante asociaciones de periodismo en España en el año 2010. ¿Cómo expresaría este pensamiento desde esa memoria hoy Javier Darío en la realidad que se vive?. Seguramente reforzaría con más evidencias e ideas claras para la comprensión, su argumento de la urgencia de blindar y fortalecer la memoria frente a todos los procesos sociales de cada realidad, frente al ecosistema depredado sin memoria en la hiperinformación vertiginosa de los tsunamis de datos sin comprender para la toma de decisiones cruciales en sociedad. Hablaría posiblemente de la IA, inteligencia artificial como herramienta ayuda para el contexto en la memoria de procesos e historias que no se pueden perder de vista para no repetir lo inaceptable.
* Escrito por Hernando Ayala Melgarejo Ciudadano colombiano en ejercicio irrenunciable del Derecho a la Información Libre Expresión con acción voluntaria día a día por la ética en el Periodismo y la confianza ciudadana en proceso CIVIS Valor Civil Corresponsable. Mail disnnet@gmail.com