Esteban Jaramillo Osorio
Caprichosa es la pelota, como el pito y las conciencias.
¿Sabías que un suplente, despedido, ganaba 52 millones al mes, Mateo García 20 y Cardona solo diez?
En el penúltimo capítulo del escándalo Hinestroza, se supo que el VAR no se activó en la jugada de la discordia y que por eso se desconocen los audios.
Algo más sospechoso aún en aquella telaraña turbia que ensombreció la eliminación del Once Caldas.
Como las quejas y los lloriqueos van quedando atrás, obligado está el Once, a través de los responsables, de activar un plan de fichajes que concuerde con la calidad de la competencia que se avecina en la Copa y en el torneo doméstico, para elevar el estándar de rendimiento, sin derrapar en las curvas.
Es complejo contratar en un mercado devaluado, con preferencia a los veteranos, a los extranjeros sin categoría, sin jóvenes valores que agiten el ambiente, lo que hace apremiante la reestructuración de las divisiones menores.