En su diálogo con La Veintitrés el Director del Nuevo Liberalismo hizo el llamado para que mediante una gran convocatoria nacional, se pueda crear el partido de la Constitución del 91 y defender a Colombia de “aventuras populistas”, como las que hoy controlan al país, que “no solo corrieron la línea ética”, sino que además “la borraron del todo”.
Por SAMUEL SALAZAR NIETO
A pesar del paso del tiempo, los argumentos centrales del discurso siguen siendo los mismos. En los argumentos de padre e hijo se resume la frustración de dos generaciones protagonistas de la vida nacional, que por cerca de cuatro décadas han intentado darle un gran giro a la forma de hacer política en Colombia. Y a pesar de las muchas diferencias entre el país de hace 40 años y el actual, la existencia de clientelismo, maquinarias políticas, violencia, narcotráfico, corrupción, centralismo y otros muchos males del país, sigue formando parte de un paisaje que permanece a la vista de todos.
Vea aquí la entrevista con JUAN MANUEL GALÁN
“Lo lamentable y triste es que cuando uno pone un discurso de él, parece que estuviera hablando en tiempo real y eso es muy triste y doloroso porque eso quiere decir que hemos estado estancados durante 35 o 40 años en la solución estructural que requieren esos problemas”, sostiene Juan Manuel Galán al hablar de su padre, el inmolado fundador del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán.
Y si entonces su padre no tenía reparos en denunciar a los gobernantes y las componendas de la clase política con el naciente flagelo del narcotráfico, su hijo tampoco ahorra palabras para señalar, desde su punto de vista, como se está gobernando hoy a Colombia: “los colombianos nos podemos dar el lujo de tener gobiernos como este, con ineptos para ejecutar, para administrar, donde la ideología y la dogmática han reemplazado la técnica y la confianza, por la confrontación y el interés por dividir aún mas al país”.
A su modo de ver, el gobierno del presidente Gustavo Petro parece seguir un libreto clásico de cuatro puntos del marxismo-leninismo-estalinismo que resume en las siguientes actuaciones:
“En primer lugar, apoderarse de los recursos expidiendo por decreto un presupuesto nacional de 511 billones de pesos, pero además intervenir a las EPS para apoderarse de los datos de la gente y hacer un empadronamiento con fines electorales; segundo, la erosión de la institucionalidad democrática con el desconocimiento de los fallos judiciales y los ataques permanentes a las Cortes; tercero, el desmantelamiento de la Fuerza Pública y de sus capacidades, la ruptura de las relaciones diplomáticas con Israel que afecta la defensa y la seguridad nacional, la desmoralización de las tropas al convertir en gestores de paz a criminales como Salvatore Mancuso, la pérdida de la capacidad de movilidad por falta de helicópteros, de recursos y desfinanciación de los presuestos para avanzar en una estrategia de recuperación territorial; el cuarto punto es la alianza con los criminales: la campaña de Gustavo Petro hizo una alianza con criminales para llegar al poder y el pacto fue que avanzara territorialmente con el desmantelamiento de las capacidades de la fuerza pública para que pudieran trabajar a sus anchas amparados en la paz total… y eso lo hemos visto plasmado en la pérdida de control territorial de la Fuerza Pública”.
Y a todo esto se suma lo que está ocurriendo en materia de corrupción, que aunque admite que no nació en este gobierno “nunca se había visto un desfalco tan descarado, tan abierto como lo que está pasando con la Unidad para la Gestión del Riesgo”.
El Partido de la Constitución del 91
Con el fin de cerrarle el pasó a las que llamó “nuevas aventuras populistas”, Juan Manuel Galán y el Nuevo Liberalismo trabajan en la causa por lograr que el país cierre filas en “un único partido político que es el partido de la democracia, de la institucionalidad y de la Constitución del 91, poniendo todas las fuerzas políticas de acuerdo en eso, en que vamos a hacer el partido de la Constitución del 91, para exigir y garantizar respeto por nuestra Constitución y recuperar un valor fundamental que no es monopolio de la derecha, la seguridad; nosotros también podemos hablar de seguridad y tenemos el conocimiento, la capacidad y los planes para darle al país una política de seguridad creíble, confiable, realizable y que recupere la soberanía territorial que se ha perdido a manos de los extorsionistas, de los secuestradores, de los homicidas, de los que están intimidando a la gente en las regiones y ciudades de Colombia”.
Adicionalmente, según él, es necesario blindar de garantías el proceso electoral que se avecina ya que “con todo lo que se está rumorando en materia de corrupción sobre Ecopetrol, Colpensiones e ISA y con 511 billones de pesos de un presupuesto expedido por decreto en época preelectoral, el Sistema Electoral va a requerir de garantías para las elecciones del 2026, porque está demostrado que quienes están gobernando a Colombia no tienen límites, ni tienen problema en desconocer y doblar la ley flagrantemente”.
De acuerdo con sus palabras, la próxima campaña electoral va a ser muy dura y difícil porque para
quienes hoy nos gobiernan, “el fín justifica los medios, para ellos hay que combinar las formas de lucha… y no solamente corrieron la línea ética, la borraron del todo”.
Para recuperar el terreno perdido, las tareas para ese gobierno de unidad nacional serían muy claras:
- “crear una estrategia exitosa de recuperación territorial porque se ha perdido el territorio a manos del Clan del Golfo, ya presente en casi la mitad de los municipios de Colombia; recuperar las capacidades plenas de la Fuerza Pública; recuperar su moral, su financiación y los medios que necesitan, humanos, técnicos y materiales, en inteligencia, en tecnología, en todo lo que haga falta para que este país recupere la tranquilidad y la seguridad del Estado.
- Avanzar gradualmente con la reducción de exploración y la explotación de los recursos energéticos, pues ante la crisis de gas que se avecina, es criminal no tener esos pozos produciendo para abastecer la demanda nacional. Hay que hacer transiciones, no del totazo, no de la noche a la mañana, sino progresivas”.
- “Reactivar la flota de helicópteros; el país país tiene en el ejército 53 black Hock pero sólo 18 están volando y están sobrevolados, pues están doblando las horas de vuelo para cubrir las necesidades operacionales que tiene en este momento la Fuerza Pública”.
- Poner fin a la figura del cese al fuego bilateral, “uno de los peores errores cometidos por el gobierno Petro en esos procesos de paz, porque eso paraliza la fuerza pública, sus capacidades ofensivas y toda esa ventaja la han aprovechado los criminales para expandirse territorialmente, lo que además ha sido deliberadamente hecho desde el diseño de la política de la paz total del presidente Gustavo Petro, y que defiende también Iván Cepeda, este señor Ramón González Chacín y los cubanos que son el círculo que rodea al Presidente de la República y que lo asesoran en todas las decisiones que está tomando, que ha tomado y que va a tomar”
Liberar a Colombia de la esclavitud clientelista
Aunque no la descarta, y será una decisión que tomará en su momento de acuerdo con la coyuntura, el Director del Nuevo Liberalismo no sabe aún si aspirará a la Presidencia de la República en la próxima campaña, pues en el momento está concentrado en continuar fortaleciendo la organización política que fundó su padre y que hace tres años recuperó la personería jurídica tras ser reconocido como un partido exterminado y víctima de la violencia, así como en promover la unidad nacional que ha planteado en esta entrevista con La Veintitrés.
Afirma Galán que el 29 de octubre de 2023 el NL “dejó de ser una nostalgia para convertirse en una realidad política con opción y vocación de poder para el 2026” y en eso está concentrado. Ya la asamblea del partido realizada hace algunas semanas en Cartagena con la presencia del 350 delegados, le dio plenos poderes para avanzar en el proceso y en la lucha que inició su padre hace casi cuatro décadas.
“El Nuevo Liberalismo renace para proponer y ejercer una nueva manera de hacer política, que no sea la política transaccional en la que la gente siente que para acceder a oportunidades le toca tener la palanca de un político que lo obliga a que le lleve gente a las reuniones, a que le registre votantes, a que le reparta publicidad en época de campaña”, explica y a renglón seguido agrega: “hoy hay que liberar a los colombianos de esa esclavitud clientelista”.
“Si nosotros acabamos con el régimen clientelista que hay en Colombia, según algunas cifras de expertos, el país puede recuperar entre el 5% y el 8% de su Producto Interno Bruto, porque según sus estudios, el clientelismo puede estar costando eso”, advierte.
Y en ese propósito los objetivos son claros: “Tenemos historia, tenemos un recorrido, una experiencia, unos valores y unos principios fundacionales en la política, que nos inspiran para afrontar los retos de tener una representación cuantiosa en el Senado de la República y en la Cámara de Representantes, esperamos tener listas a la Cámara de Representantes en la mayoría, sino todas las circunscripciones del país y una lista al Senado representativa y coherente”.
Y con el protagonismo que se alcance en los estamentos de poder del país, las tareas van desde transformar y profesionalizar la Policía Nacional “para darle todos los estímulos para que no sea considerada por los jóvenes como la última oportunidad que les quedó, porque ‘no hubo más’ sino como una gran oportunidad para formarse y adquirir competencias”; garantizar que a ningún niño le falte nutrición y afecto, “porque si nosotros lográramos esas dos cosas universalmente para todos los niños, en Colombia en 15 o 20 años tendríamos un país transformado”; disminuir el tamaño del Estado Central nacional y la burocracia innecesaria “e invertir esos recursos en la construcción del Estado territorial donde no no hay una buena infraestructura institucional, unos buenos salarios para los funcionarios que trabajen en las alcaldías, vías terciarias, acueductos y alcantarillados, salud básica, conectividad por internet”.
Sin embago, a pesar de 40 años de lucha, la tarea aun está por empezar: “Hay que recuperar las instituciones, representadas en partidos políticos modernos representativos, democráticos, transparentes, para que la gente recupere esa confianza perdida en ellos, por eso estamos reconstruyendo el Nuevo Liberalismo y necesitamos la ayuda de la gente para tener los mejores candidatos a la Cámara de Representantes y al Senado de la República.
Sea quien sea el próximo Presidente de la República va a necesitar una mayoría en el Congreso amplia, significativa, construida, no a punta de cupos indicativos en el presupuesto, ni de partidas globales, sino realmente comprometida con las reformas que necesita el país; la primera de ellas, la reforma política, porque si nosotros no acabamos con el voto preferente no vamos a poder fortalecer los partidos como instituciones democráticas y vamos a tener aventuras populistas todo el tiempo, como se ha puesto de moda en el mundo, y eso es gravísimo para la democracia y viene causando frustraciones más profundas en la gente”.
SOS/