«No tengo jefes…”:Procurador . ¿Hay Ministerio Público?

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Por HERNANDO AYALA MELGAREJO

Repúblicas independientes en el feudalismo burocrático fin en sí mismo. ¿Qué trae el Procurador investido?.

La función pública y sus servidores públicos se deben a los derechos de la gente y al imperio de la ley. ¿Más subordinación?.

¿Quién cree en la imparcialidad y pulcritud de la gestión cumplida por la primera mujer, procuradora general de la nación que tuvo Colombia en doscientos años de existencia republicana? El nuevo Procurador General investido esta semana dice que cree en la estatura jurídica de su antecesora y que seguirá en la línea de autoridad que reconoce en lo actuado con sujeción a la ley por la única ex procuradora, cuyas luces seguirá recibiendo.

El nuevo titular jefe del ministerio público en Colombia se estrenó con el afán de marcar territorio autónomo y para ello usó la deleznable expresión pronunciada por el último fiscal general de la nación, acusado de impunidad e indelicadezas por su precaria respetabilidad señalado cómo funcionario de bolsillo de una facción política. «Yo no tengo jefe», dijo aquel Fiscal General para hacer oposición al gobierno después de haber sido agencia del presidente que lo puso en ésa función.

¿Qué es el Ministerio Público y quién lo ejerce en la estructura sólida y seria de un Estado subordinado al imperio de la ley, la justicia, equidad como garante irrefutable del cumplimiento efectivo y exigibilidad de los derechos y deberes de los asociados en el contrato social de un Estado de Derecho?. En Colombia muy poca gente tiene claro el deber ser y función pública del llamado Ministerio Público que está difuso y disuelto en la impunidad que acusan mega estructuras burocráticas como Fiscalía General, Procuradoría, Defensoría, personerías, y demás ías bautizadas en el folclorismo y burla de la ley como las «asustadurías», entes susceptibles del teje maneje en el feudalismo burocrático estatal.

Las mencionadas hasta ahora aquí, todas son Ministerio Público y deberían ser un sólo ente institucional sólido, efectivo, de cara a la sociedad con resultados nítidos e irrefutables en la defensa y garantía de los derechos de cada colombiano sin sesgos, discriminación, exclusión ni persecución por bandos ideológicos o por creencias. Impunidad y amaño de intereses es lo que el ciudadano de ruana a pie, piensa cuando le preguntan sobre su confianza y significado respecto de éstas repúblicas burocráticas independientes.

Que no caiga el ciudadano guajiro, natural de Popayán, abogado de la Universidad del Cauca, recorrido por todos los escaños de la burocracia política, el legislador para muchos como Secretario del Senado, Gregorio Eljach Pacheco, hoy Procurador General de la Nación, en la borrachera y megalomanía del feudalismo burocrático que emborrachó al pobrecillo «mejor fiscal de la historia» que abusó de su misma proclama en aquel cargo, el dogma de «no tengo jefes» para hacer de manera literal e impune lo que se le dió la gana en política criminal. Las dos estructuras burocráticas, Fiscalía y Procuraduría en un Estado serio, efectivo, deben ser una sola, con las antes mencionadas. En el país de la politiquería negocio impunidad, el Ministerio Público es un peloteo, persecución y burla al ciudadano entre feudos burocráticos sin resultados ante la crisis general permanente sin salida.

El catálogo de buenas intenciones que recita el Procurador como el mejor palabrero guajiro y cual óptimo y seductor vendedor de humo en plataformas digitales, ojalá sea realidad uno a uno cada propósito enunciado, para recuperar confianza, respeto y prestigio institucional en el ministerio público, sobre el cual pesan sombras de policía política para perseguir competidores adversarios políticos, legado de los anteriores fiscal, procuradora y defensor del pueblo, enfrascados en ruido y oposición política al gobierno adversario de su nominador e ideología, en medio de la impunidad inaceptable en violencia y violación de derechos humanos.

El Procurador hoy sabe lo que hay que hacer y debe comenzar por sintonizar a sus jefes, los ciudadanos investidos con el pleno ejercicio de la ley cada uno, para hacerla cumplir y ejercer en inalienable exigibilidad cada uno de sus derechos y deberes que deben ser protegidos y salvaguardados por un Ministerio Público decente, respetable, confiable lejos de la grotesca autocracia vista en quienes se atascaron con el cuento de ser sus propios jefes subordinados a sus patrones políticos burocráticos.

Que no le pase como en el meretrizaje de ciertos periodismos mercenarios. «Si todos son mis jefes no tengo jefe pues la ética no existe en mi tarifa de alquiler», presumen. El jefe de un Periodista Leal con la excelencia de su misión, es la ética con cada ciudadano a quien no puede envenenar. El jefe de cada servidor público es exactamente el mismo ciudadano que no es súbdito ni subordinado de ningún mandatario condescendiente en su engaño de emperadorcito de cubículo burocrático, como el Stephen Candi vigilante arbitrario que se cree dueño del puesto y el edificio. No Procurador, no son cuatro años de imperio burocrático.

Autonomía que no autocracia, ciudadano Procurador. Procure unir la voluntad de los colombianos con respetabilidad. Haga pedagogía con la gente. Más Ministerio Público, más Procuraduría y menos Procurador de ruido estridente.

Escrito por Hernando Ayala M Periodista colombiano Mail disnnet@gmail.com

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