Unos 8 millones de personas morirán por enfermedades cardiovasculares en 2025

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Por GUILLERMO ROMERO SALAMANCA*

Jorge, un deportista de 47 años, hombre de ejercicio diario, alegre, alejado del estrés. Un domingo, por demás, asiste a una fiesta infantil, salta en el juego de la piñata y cae muerto.

Un infarto lo dejó ahí, sin vida, delante de su familia. 

Alberto, 48 años, padre de seis hijos, administrador, ni fumaba ni bebía alcohol, caminante de la vida, está en el baño, abre la puerta y cae muerto. Ahí, sin más, delante de sus compañeros de trabajo. Lo llevaron a un centro médico y les dijeron: fue un infarto

Doctor Jorge Bustos – Cardiólogo

La señora Ana, ama de casa, 57 años, estaba en la cocina alistando el almuerzo. De un momento a otro, sintió un mareo, la sentaron en una silla de la sala y a los pocos minutos, falleció. Un problema cardiovascular la atacó.

Sucesos como los anteriores son comunes en estos días y las personas no saben qué está ocurriendo.

En el 2015, las previsiones del Proyecto Global Burden of Disease (Carga Mundial de la Enfermedad)  de las Naciones Unidas lo anticiparon: en los próximos 10 años el número muertes prematuras causadas por las enfermedades cardiovasculares en el mundo pasará de 5,9 millones en 2013 a 7,8 millones en 2025.

Los infartos son una realidad.

El doctor Jorge Bustos, cardiólogo de LaCardio, conocedor del corazón, lo aclara lentamente: “La enfermedad cardiovascular y el infarto agudo de miocardio, es la enfermedad que más mata en el mundo y Colombia no es la excepción”.

Y explica que algunos de los casos de personas jóvenes, probablemente han sido sonados en los medios y claramente generan una alarma.

“Ahora bien, lo otro es que el aumento de la enfermedad cardiovascular sí es cierto, sí hay un aumento de la enfermedad en el mundo y esto es debido a los hábitos de vida, a la alimentación cada vez más ultraprocesada y a la obesidad”, agrega.

En países en desarrollo como Colombia, cada vez somos más obesos y lo que la obesidad implica es un riesgo mayor, ya sea de enfermedad cardiovascular, de diabetes, de problemas de colesterol, de apnea del sueño, de hipertensión arterial y por supuesto de muerte y de infartos.

“Entonces, básicamente lo que sucede es que los hábitos de vida, la obesidad, el sedentarismo, la alimentación no saludable, el alcohol y el cigarrillo, pueden ser una combinación mortal que nos puede llevar a eventos cardiovasculares más tempranos”, complemente

–¿Estamos frente a una epidemia más grave que el Covid-19?

–Sí, la enfermedad cardiovascular es la enfermedad que más mata gente en el mundo, entonces es y seguirá siendo una epidemia. 

–Antes les daba infartos a personas mayores, pero ahora es a los jóvenes, ¿a qué se debe? 

–Los infartos no han sido exclusivos de las personas mayores, lo que sucede es que hoy en día probablemente las personas sufren más enfermedades cardiovasculares, siendo un poco más jóvenes y esto debido a factores genéticos, que tienen mucho que ver; pero también a los malos hábitos de vida, el fumar, el vapear, el consumo de licor en exceso, el consumo de los alimentos ultra procesados y la falta de ejercicio o el sedentarismo. Y a todo lo anterior, hay que sumarle el consumo de drogas, que también aumentan los riesgos. 

–Las personas en la calle dicen que este incremento se debe a las vacunas contra el Covid-19. ¿Eso es cierto? 

–No hay una evidencia clara con respecto a estas afirmaciones, digamos que si bien es cierto las vacunas contra el Covid-19 en su momento pudieron aumentar el riesgo mínimo de eventos trombóticos o de miocarditis, que es otro tipo de patología que también puede generar muerte súbita, no hay una evidencia que indique que las vacunas del Covid-19 hoy en día aumentan los riesgos de infartos. La verdad es que simplemente los cambios de los estilos de vida en las personas, el cigarrillo y demás, son los que están aumentando los infartos en las personas jóvenes. 

–¿Hay alguna explicación? 

–Lo primero es diferenciar entre infarto y muerte súbita. El infarto es una de las causas de muerte súbita, sobre todo en personas jóvenes. La muerte súbita puede deberse a un sin número de patologías cardíacas, como, por ejemplo: la cardiomiopatía hipertrófica, miocarditis aguda, entre otras; no necesariamente es un infarto el que lleva a un joven deportista, menor de 35 años, a una muerte súbita. Para poder decir que es un infarto, en realidad en un paciente que tuvo una muerte súbita, se debe hacer una autopsia y confirmarlo de esta manera. 

— ¿A qué se debe que el corazón nos juegue esa trastada que es llevarnos al más allá? 

–Hay múltiples patologías o condiciones predisponentes que pueden llevar a una persona a presentar este tipo de síntomas. Las enfermedades como las cardiopatías genéticas pueden suponer una muerte súbita, pero aún sigue siendo la enfermedad cardiovascular o la enfermedad coronaria, la causa de fallecimientos en los mayores de 35 años. Por otro lado, hay que contemplar factores como la falta de información y la falta de chequeos médicos en las personas que lo requieren. 

–¿Cómo debemos cuidar entonces a ese órgano tan esquivo y delicado? 

–Nuestro cuerpo, incluido el corazón, lo debemos cuidar desde niños y ¿cómo se hace? Con una alimentación saludable, durmiendo las horas adecuadas, no solo es hacer dieta y ejercicio. Posteriormente, es importante realizarse los chequeos necesarios. 

–¿Qué debemos hacer cuando se experimenta un ataque cardíaco? 

–Cuando se experimenta un ataque cardíaco, lo primero es que el paciente avise. Si se presentan molestias como palpitaciones o dolor en el pecho, se puede estar tratando de un infarto de miocardio. Hay que anotar, que, por ejemplo, hay pacientes diabéticos o renales que pueden no experimentarlos o pueden no ser tan fuertes. Pero en principio, lo que deben hacer las personas es avisar y consultar a un servicio de urgencias, lo más pronto posible, porque se tienen muy pocos minutos para lograr llegar a recibir atención médica que pueda manejar los síntomas.  

Si la persona tiene otros síntomas, como ahogo y desmayos, también es importante consultar al servicio de urgencias, no se debe esperar porque tiene que ser atendida de manera inmediata. 

–¿Aumentará el mal con la actual crisis de la salud?  

A menor atención en salud, es mayor el riesgo. Primero porque hay pacientes de ciertas edades que van a tener menos acceso a las consultas médicas, a los exámenes y demás. Lo segundo, es que las personas que ya tienen antecedentes cardiovasculares importantes no van a recibir la atención adecuada y tampoco los medicamentos que requieren. Todo esto aumenta el riesgo de eventos adversos, de nuevos eventos cardiovasculares, infartos y cerebrovasculares. 

–¿Ese estrés también nos puede llevar a la tumba si se sabe que no es sencillo conseguir medicamentos? 

–Sí, como se mencionó antes, estas situaciones nos llevarán a enfrentar más y nuevos eventos de riesgo. Por otro lado, vale la pena mencionar que el estrés repetido durante años aumenta el riesgo cardiovascular. Existe una condición que se llama miocardiopatía de estrés que es cuando se genera un golpe emocional muy fuerte y puede llegar a generar un infarto y es más frecuente en las mujeres. 

*Vía Pantallas Noticias

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