La ministra de Relaciones Exteriores, Laura Sarabia, presentó hoy su renuncia al presidente Gustavo Petro, aduciendo profundas diferencias en el curso del Gobierno. En una carta dirigida al jefe de Estado, Sarabia afirmó que decisiones recientes —especialmente relacionadas con el contrato y modelo de emisión de pasaportes— iban en una dirección que no podía “acompañar por coherencia personal y respeto institucional”.
Sarabia destacó que su renuncia era “resultado de una reflexión profunda” y señaló que “decir adiós es también una forma de cuidar”. Asimismo, defendió su trayectoria sin acusaciones penales ni procesos pendientes.
El conflicto por los pasaportes
El detonante fue una disputa sobre la renovación del contrato para la impresión de pasaportes. Sarabia había optado por prolongar el acuerdo con Thomas Greg & Sons mediante figura de “urgencia manifiesta”, pero el presidente, a través de su jefe de gabinete Alfredo Saade, decidió trasladar el proceso a la Imprenta Nacional con apoyo de Portugal. Este cambio, según Sarabia, reflejaba un rumbo que ya no podía respaldar.
Contexto y posibles implicaciones
Laura Sarabia, politóloga de 31 años, fue nombrada canciller el 29 de enero de este año, tras una trayectoria cercana al presidente con cargos como jefa de gabinete y directora del DAPRE. Su gestión, marcada por recelos de sectores del Gobierno por su juventud y falta de experiencia diplomática, ya había sido cuestionada en el Consejo de Ministros televisado de febrero.
La renuncia se suma a un clima de alta rotación en el gabinete Petro, que en meses recientes ha visto varias salidas destacadas, entre ellas la de la ministra Susana Muhamad, el exministro de Defensa Iván Velásquez y su predecesor en Exteriores, Luis Gilberto Murillo.