“Nos están dejando morir. Nosotros estamos poniendo recursos propios para que los hospitales no cierren”, dice el Alcalde Rojas. la cultura ciudadana es clave para prevenir la “teoría de las ventanas rotas”, donde el abandono físico genera más deterioro social, dice el mandatario.
Durante un recorrido con líderes comunitarios y miembros de Juntas de Acción Comunal, el alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, reconoció el grave abandono que han sufrido distintos sectores de la ciudad en materia de infraestructura vial, educativa, social y deportiva. En su intervención, calificó este como “uno de los gobiernos en la calle más complejos”, debido al deterioro acumulado tras varios años sin intervención estatal.
“Encontramos barrios completamente olvidados por el gobierno local. Sabemos que hay zonas más atrasadas que otras, y eso es una realidad que estamos enfrentando con transparencia”, afirmó Rojas, quien aseguró que su administración ha aprobado recursos significativos para iniciar un proceso de recuperación en distintos frentes.
El alcalde anunció un paquete de inversiones que asciende a $4.000 millones, distribuido en vías ($1.500 millones), educación ($1.000 millones), deportes ($600 millones) y otros sectores estratégicos ($865 millones). Además, se comprometió con obras específicas como la adecuación del lote del Porvenir —donde se planea un semiparque y espacios comunitarios— y nuevos parques en zonas como Sinaí, Samaria y el sector conocido como “el parque de los colores”.
Aunque la mayoría de las obras serán ejecutadas en 2026, el mandatario explicó que algunas intervenciones menores iniciarán este año, aprovechando recursos del presupuesto actual. “Queremos que la gente tenga claro el cronograma: este año se ejecuta lo que es extraordinario, y el resto queda adjudicado y listo para iniciar el próximo año”, aseguró.

Llamado a la corresponsabilidad ciudadana
El alcalde también hizo un llamado urgente a la ciudadanía para cuidar el entorno urbano, en especial frente al manejo de residuos. Puso como ejemplo crítico al barrio Villahermosa, donde la acumulación de basura genera focos de insalubridad e inseguridad. “La basura la ponemos nosotros. ¿Qué nos cuesta sacarla cinco minutos antes de que pase el camión?”, cuestionó. Según Rojas, la cultura ciudadana es clave para prevenir la “teoría de las ventanas rotas”, donde el abandono físico genera más deterioro social.
Crisis de salud: “El sistema está quebrado”
Uno de los momentos más contundentes del discurso fue cuando el alcalde se refirió a la crítica situación de la salud en Manizales y el país. Denunció que clínicas y hospitales como San Isidro y el Hospital Universitario de Caldas están al borde del colapso por las deudas impagas de la Nueva EPS, que supera los $40.000 millones.
“Nos están dejando morir. Nosotros estamos poniendo recursos propios para que los hospitales no cierren, pero esto no da abasto. El gobierno nacional no está cumpliendo, ni con los pagos ni con las normas”, advirtió. Según Rojas, si la situación persiste, será necesario que los ciudadanos salgan a protestar masivamente.
Criticó además que la institucionalidad está siendo quebrantada desde el propio gobierno central. “Los únicos que respetamos las decisiones judiciales somos los alcaldes y gobernadores. El gobierno nacional no cumple, ni siquiera con las tutelas. La Constitución y la ley están en peligro, y es hora de defenderlas”, sentenció.

“Gobierno en la calle”: una apuesta por el diálogo directo
Pese a las dificultades, el alcalde destacó la importancia del programa “Gobierno en la Calle” como mecanismo de escucha ciudadana y gestión directa. Reconoció la presión que ejercen los líderes barriales como una manifestación legítima del cansancio social, pero valoró el trabajo conjunto entre comunidad y administración: “Esto pone a los barrios en otro nivel. Agradezco a cada uno de ustedes por su compromiso”.
Finalmente, reiteró su voluntad de seguir recorriendo la ciudad, ajustando presupuestos y gestionando recursos adicionales para reducir el rezago en los territorios más olvidados. “Nos tocó duro, pero no vinimos a quejarnos, vinimos a trabajar”, concluyó.