Capturados seis integrantes de grupo delincuencial en Chinchiná

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Importante golpe contra el tráfico local de estupefacientes en el marco de la estrategia Caldas Avanza más Seguro.

En el marco de la estrategia Caldas Avanza más Seguro, unidades de la Policía Nacional, a través de las capacidades investigativas de la Seccional de Investigación Criminal y la Seccional de Inteligencia Policial, en articulación con la Fiscalía General de la Nación, ejecutaron una operación contra el microtráfico en el municipio de Chinchiná (Caldas), logrando la captura en flagrancia de seis personas y la incautación de una importante cantidad de estupefacientes y armas de fuego.

Caldas. Gracias a la oportuna denuncia de la comunidad, fue posible iniciar labores investigativas que se extendieron por aproximadamente tres meses. Este trabajo permitió identificar la estructura, jerarquía y dinámica de uno de los expendios de droga más grandes y lucrativos de la región. La operación culminó con tres diligencias de allanamiento y registro en el sector conocido como El Palito, del barrio Juan XXIII.

Entre los capturados se encuentra alias «Popeye», señalado como el principal dinamizador del tráfico local en este sector. Este individuo tendría una trayectoria criminal cercana a un año, tiempo durante el cual habría generado ingresos mensuales superiores a los 30 millones de pesos producto de la venta de estupefacientes. Así mismo, se logró establecer que dos de los capturados presentaban antecedentes judiciales por delitos relacionados con hurto y tráfico de estupefacientes.

Durante los allanamientos se incautaron 12.000 gramos de marihuana, 1.500 gramos de bazuco, 1.500 gramos de clorhidrato de cocaína, tres armas de fuego, seis cartuchos calibre 38 mm, un cartucho de escopeta, seis dispositivos móviles, tres grameras digitales y $367.000 en efectivo. Estos elementos evidencian el funcionamiento de una estructura organizada con roles definidos, logística criminal y métodos operativos propios de una empresa ilícita.

Las viviendas intervenidas cumplían funciones específicas dentro de la cadena delictiva.

En la primera, las autoridades encontraron las sustancias ya dosificadas y dispuestas para la venta, exhibidas a plena vista como si se tratara de un mercado informal, hecho que fue calificado como inusual por los investigadores.

La segunda vivienda era utilizada exclusivamente para la dosificación de las sustancias, que luego eran trasladadas a la primera para su distribución.

En una tercera vivienda, ubicada en una zona más alejada y de difícil acceso, se almacenaban grandes bloques de estupefacientes sin dosificar y se ocultaban armas de fuego.

Ninguna de estas viviendas contaba con condiciones mínimas de habitabilidad; solo se encontraron algunas sillas, lo que sugiere que además de funcionar como expendios, también eran empleadas como puntos de consumo. Los compradores eran organizados por campaneros, ubicados estratégicamente, quienes vigilaban constantemente los alrededores para alertar sobre la presencia de las autoridades y controlar el flujo de personas, evitando aglomeraciones o desórdenes.

Este expendio, considerado el más activo del municipio, operaba bajo un sistema rotativo de turnos entre los integrantes del grupo, quienes se comunicaban por radios portátiles. Al finalizar su turno, cada miembro debía rendir cuentas en la vivienda número tres, la cual también operaba como centro de administración y control.

Debido a la complejidad del terreno, caracterizado por caminos angostos, inclinados y con curvas que permitían una amplia visual del entorno, fue necesario realizar un despliegue táctico especial. Los uniformados emplearon drones para realizar vigilancia aérea e ingresaron al área desde la vereda Alto Chuscal, atravesando cultivos de café. Esta estrategia permitió tomar por sorpresa a los delincuentes y neutralizar su sistema de vigilancia.

Las seis personas capturadas, entre ellas cuatro hombres y dos mujeres con edades entre los 26 y 38 años, fueron presentadas ante la autoridad judicial competente. En audiencias preliminares, un juez de control de garantías les impuso medida privativa de la libertad en centro carcelario.

La coronel Liliana Andrea Jiménez Falla, comandante de la Policía en Caldas, destacó que “este resultado es fruto de un trabajo articulado, paciente y comprometido. Dimos un golpe certero a una organización que afectaba gravemente la seguridad de los habitantes de Chinchiná. Seguiremos redoblando esfuerzos operativos, investigativos y preventivos para garantizar entornos más seguros y combatir frontalmente el tráfico local de estupefacientes y sus delitos conexos”.

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