Más de 2400 millones de trabajadores expuestos a los riesgos del calor extremo

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La OMS y la OMM advierten que las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas, afectan la salud, la productividad y la economía mundial, con especial impacto en trabajadores al aire libre.

El calor extremo tiene un impacto creciente en la salud de millones de personas que desempeñan sus labores al aire libre, advirtieron la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Meteorológica Mundial (OMM) en un informe presentado este viernes. Según los organismos, más de 2400 millones de trabajadores están expuestos a temperaturas excesivas, lo que genera anualmente más de 22,8 millones de lesiones laborales.

“El estrés térmico ya está dañando la salud y los medios de vida de miles de millones de trabajadores, en especial en las comunidades más vulnerables”, señaló el doctor Jeremy Farrar, director general adjunto de la OMS. El informe advierte que las olas de calor cada vez más frecuentes e intensas afectan sectores como la agricultura, la construcción y la pesca, donde las jornadas se realizan en condiciones expuestas y con poca protección.

Entre los efectos más peligrosos se encuentran golpes de calor, deshidratación, disfunción renal y trastornos neurológicos, condiciones que pueden ser graves o incluso mortales si no se detectan a tiempo. Además, el documento subraya que la productividad laboral disminuye entre un 2 % y un 3 % por cada grado que la temperatura supera los 20 °C, lo que implica un impacto directo en la economía.

La secretaria general adjunta de la OMM, Ko Barrett, resaltó que la crisis es global y no se limita a países tropicales. “Proteger a los trabajadores del calor extremo es una necesidad urgente”, afirmó, al recordar que en 2024 se registraron temperaturas superiores a los 40 °C en múltiples regiones e incluso picos de 50 °C en algunas zonas.

El estudio también advierte que cerca de la mitad de la población mundial ya sufre consecuencias adversas por las altas temperaturas, con especial vulnerabilidad en trabajadores de edad media y avanzada, personas con enfermedades crónicas y quienes no cuentan con acceso a agua potable, sombra o descansos adecuados.

Para enfrentar este panorama, la OMS y la OMM recomendaron implementar políticas de salud laboral adaptadas a las condiciones climáticas locales, capacitar a empleadores y trabajadores para identificar síntomas de estrés térmico y fomentar la innovación en tecnologías que protejan la salud sin afectar la productividad.

“Urge una acción coordinada para proteger la salud, seguridad y dignidad de quienes enfrentan estas condiciones a diario”, recalcó Joaquim Pintado Nunes, jefe de Salud y Seguridad en el Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La guía técnica publicada por los organismos de la ONU se enmarca en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y busca reducir la pobreza, proteger a los trabajadores más vulnerables y garantizar un crecimiento económico sostenible. Los expertos insisten en que la implementación inmediata de estas medidas es esencial, dado que el calor extremo no es solo una incomodidad, sino una amenaza directa a la salud humana y a la estabilidad económica mundial.

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