El foro académico sobre transición energética reunió a Gobierno, academia y empresarios para proyectar acciones conjuntas frente al cambio climático.
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Durante dos días, la Gobernación de Caldas, a través de su Secretaría de Medio Ambiente, lideró en Manizales el Foro Académico “Transición Energética Justa en un escenario de cambio climático en Colombia”. La actividad, desarrollada junto con la Universidad Católica de Manizales, la Comisión Regional de Competitividad e Innovación (CRCI), CHEC Grupo EPM, Efigas, la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas, Neurocity y el Proyecto Mundo Verde, cerró este 29 de agosto con conclusiones sobre retos y oportunidades de la región en materia energética.
El encuentro convocó a expertos nacionales e internacionales, representantes institucionales, académicos y empresarios. Bajo el lema “El futuro es el cambio, pero hoy es la transición”, los asistentes coincidieron en la necesidad de avanzar hacia un modelo energético equitativo, sostenible y resiliente, con participación activa de los territorios.
La secretaria de Medio Ambiente de Caldas, Paola Andrea Loaiza, destacó que el foro permitió acercar actores públicos, privados y académicos. “Desde la Secretaría de Medio Ambiente resaltamos la importancia de construir una transición energética justa, gradual y diferencial, que permita mejorar el acceso de estas energías también a la zona rural”, señaló.
La funcionaria agregó que los procesos deben adaptarse a las realidades locales y a lo establecido en el Plan de Desarrollo departamental. “Es fundamental trabajar desde las regiones, reconociendo las particularidades de nuestro territorio, para garantizar el acceso a la energía de comunidades y sectores productivos, siempre con respeto por los ecosistemas estratégicos”, puntualizó.
Desde el sector empresarial, Santiago Villegas Yepes, director de proyectos de Fractal-Consultores en Energía y Sostenibilidad, aseguró que Caldas tiene condiciones únicas para contribuir a la transformación energética. “El Gobierno impulsa comunidades energéticas y la democratización de la energía, y ahí nuestro departamento tiene una inmensa oportunidad. Caldas cuenta con un potencial solar, geotérmico e hidroeléctrico enorme que debe aprovecharse para aportar soluciones al país”, afirmó.
La academia también resaltó su papel como articuladora. La decana de la Facultad de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad Católica de Manizales, Carolina Suárez Valencia, subrayó que la formación e investigación son determinantes. “Es muy importante que generemos estos espacios desde la academia. La transformación del territorio es una responsabilidad ciudadana y la academia puede liderar esa articulación con el sector privado”, indicó.
Suárez agregó que el foro es un punto de partida para nuevas sinergias. “Estos dos días de encuentro nos permiten no solo identificar en qué punto estamos, sino también hacia dónde podemos proyectarnos y articularnos con las empresas para lograr que la transición sea una realidad en el menor tiempo posible, beneficiando la calidad de vida de las comunidades”, explicó.
La Comisión Regional de Competitividad e Innovación de Caldas, a través de su profesional Alejandra López, destacó el aporte empresarial y académico al debate. “La transición energética es un reto que enfrenta el país y, en especial, nuestro departamento. Este foro nos permitió conocer avances en investigación y en el quehacer de nuestros empresarios caldenses, así como la visión nacional en este tema”, expresó.
Finalmente, la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas planteó que los aprendizajes deben convertirse en proyectos aplicados. Natalia Vélez, coordinadora de Proyectos de Innovación y Sostenibilidad Ambiental, señaló que “estos espacios nos permiten generar alianzas sólidas entre las instituciones y el sector productivo para avanzar en sostenibilidad y transición energética”.
El foro concluyó con ponencias, paneles y talleres especializados que consolidaron a Caldas como un referente de articulación regional. La hoja de ruta planteada busca fortalecer alianzas entre Estado, academia y sector privado, con miras a acelerar una transición energética justa que responda a los desafíos del cambio climático y potencie el desarrollo territorial.
