Alcaldía de Manizales trabaja en la reparación de obra de estabilidad en el barrio La Sultana

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La Administración Municipal adelanta labores de recuperación en una obra de estabilidad afectada por las lluvias, con el propósito de garantizar la seguridad de las familias y la protección de la infraestructura en la zona.

Las intensas lluvias registradas en Manizales hace algunos meses provocaron una falla en una de las obras de estabilidad ubicadas en el barrio La Sultana. Desde ese momento, la Alcaldía de Manizales, a través de la Unidad de Gestión del Riesgo (UGR), activó un plan de atención inmediata para evaluar la situación y definir las acciones necesarias que permitieran garantizar la seguridad del sector.

Gracias al trabajo articulado entre la UGR y la Secretaría de Infraestructura, se realizaron los estudios técnicos correspondientes y actualmente se adelantan las obras de reparación, con una inversión de 650 millones de pesos. Las labores incluyen el perfilamiento del talud, la adecuación e intervención de las zanjas colectoras y la construcción de pantallas con anclajes activos, medidas que permitirán recuperar la estabilidad del terreno y prevenir nuevos deslizamientos.

El edil de la comuna Ecoturística Cerro de Oro, Juan Carlos García Osorio, destacó la atención recibida frente a esta situación. “En junio, cuando se presentó el problema en el barrio La Sultana, la Unidad de Gestión del Riesgo acudió rápidamente al lugar para evaluar la situación y comenzar los trabajos. Aunque las fuertes lluvias dificultaron el avance, el equipo realizó labores de limpieza y mantenimiento de los canalones, que estaban obstruidos con cartón y plástico«.

La Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales mantiene seguimiento permanente a las intervenciones, como muestra del compromiso con la protección de la vida y la reducción del riesgo en los diferentes barrios de la ciudad.

Mantener en buen estado las obras de estabilidad es fundamental para proteger la vida de las personas y la infraestructura urbana. Estas estructuras, como muros de contención, drenajes y taludes reforzados, cumplen un papel esencial en la prevención de deslizamientos y en la mitigación de los efectos asociados a las lluvias y al deterioro del terreno.

Para la Administración Municipal, el mantenimiento oportuno garantiza la seguridad de las comunidades que habitan en zonas de ladera, preserva las vías y servicios públicos y contribuye a la sostenibilidad del desarrollo urbano, al evitar emergencias que pueden generar altos costos sociales y económicos.

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