El Tribunal Superior de Bogotá absolvió a Álvaro Uribe Vélez el 21 de octubre de 2025, anunciando una decisión que revoca su condena de 12 años de arresto domiciliario y lo exime de los cargos de fraude procesal y soborno, un giro que reconfigura el panorama político de cara a las elecciones de 2026.
La resolución, presentada en un fallo leído en el propio Tribunal y difundida en una conferencia de prensa en Río Negro, Marca un precedente significativo en la vida pública del expresidente y en la dinámica de la izquierda y del Centro Democrático. En paralelo, Francisco Barbosa, exfiscal de la Nación, afirmó en entrevista con Semana que la decisión abre la puerta a una participación plena de Uribe en la escena política y dejó entrever las expectativas del uribismo ante el proceso electoral. Iván Cepeda, senador de la izquierda, y Hernán Cadavid, representante a la Cámara por el Centro Democrático, figuran entre los actores clave que rodean este episodio y que, según los analistas, podrían redefinir alianzas y estrategias de campaña.
Impacto político y proyección hacia 2026
La absolución llega en un momento en que las fuerzas políticas debían definir sus estrategias para las elecciones de 2026. Uribe Vélez, que venía siendo una figura central para el Centro Democrático, podría retomar un papel activo en la escena pública y transformar el discurso de la derecha, mientras que el petrismo enfrenta un nuevo impulso para cuestionar la legitimidad institucional y fortalecer su propia base ante un escenario en el que la cohesión de la izquierda aparece bajo presión. En este contexto, la decisión también alimenta el debate sobre la influencia de los procesos judiciales en la competencia electoral y las percepciones sobre la institucionalidad en Colombia.
«Esto le permite a Uribe poder participar tranquilamente en la dirección de una parte importante de los colombianos, que está aterrada por lo que ha venido ocurriendo alrededor de los ataques sistemáticos que ha hecho Petro contra las instituciones» – Francisco Barbosa, exfiscal de la Nación
Además, Cadavid subrayó que la absolución representa un duro golpe para la izquierda y cuestiona la capacidad de Iván Cepeda para mantener protagonismo tras la decisión. Cadavid agregó que, ante el giro, la izquierda podría enfrentar reconfiguraciones de liderazgo y de discurso en un escenario donde la agenda pública se desplaza rápidamente entre mensajes de seguridad, economía y diputas institucionales.
Barbosa añadió que Petro no dispone de visa para ingresar a Estados Unidos y lo responsabilizó de la descertificación de Colombia, señalando que, una vez concluido el mandato de Petro, este podría enfrentar investigaciones en territorio estadounidense por presunta financiación de su campaña por parte del chavismo, indicando que «seguramente habrá extraditables que podrían hablar». Estos comentarios reflejan una lectura dura de la coyuntura internacional y de las posibles implicaciones diplomáticas de la crisis política interna.
Con todo, la decisión del Tribunal Superior de Bogotá no sólo altera las posibilidades inmediatas de participación de Uribe en la contienda electoral, sino que también reconfigura las alianzas políticas y el contraste de narrativas entre derecha, izquierda y sectores centristas. En Río Negro, la conferencia de prensa y las declaraciones de Barbosa dejaron claro que el Centro Democrático busca convertir el episodio en un impulso estratégico para 2026, mientras que los analistas advierten sobre posibles tensiones en la percepción pública de la institucionalidad y sobre la respuesta internacional frente a la nueva etapa política que se abre.
















