Renovación de la Casa Blanca genera debate sobre patrimonio y simbolismo
En Washington, la ala oriental de la residencia presidencial fue objeto de demoliciones que afectaron elementos emblemáticos como dos magnolias centenarias, el jardín asociado al legado de Jackie Kennedy, la oficina destinada a la primera dama y la vía de acceso para dignatarios.
La intervención, presentada como una ampliación de funciones en el edificio, fue promovida durante el supuesto segundo mandato de Donald J. Trump. Se anticipaba que el objetivo era liberar espacio para la instalación de un salón de baile. Las imágenes satelitales difundidas el 23 de octubre muestran maquinaria pesada quitando estructuras para habilitar el nuevo recinto.
A pesar de que el equipo técnico sostiene que la modificación busca modernizar la sede, analistas y especialistas advierten sobre el impacto en el valor histórico y patrimonial de zonas de concentración institucional. Se prevé que el salón propuesto se apoye en una estructura de concreto armado para garantizar durabilidad.
«Esta parece ser la mentalidad de un promotor que quiere erigir algo de gran tamaño con su nombre y que perdure en la memoria colectiva. Se está construyendo una torre para sí mismo, destinada a un salón de baile.» – Jeremi Suri
Jeremi Suri, profesor de la Universidad de Texas, ofreció estas observaciones a Reuters para contextualizar el proyecto.
- Qué: Demolición parcial de la ala oriental de la Casa Blanca para habilitar un salón de baile.
- Quién: Administración de Donald Trump y el equipo a cargo de la intervención.
- Cuándo: Imágenes difundidas el 23 de octubre evidencian el avance de las obras.
- Dónde: Casa Blanca, Washington D.C.
- Cómo: Desmontaje de estructuras y uso de maquinaria pesada para abrir el nuevo espacio interior.
- Por qué: Buscar una marca visible de la gestión mediante la incorporación de un espacio monumental.
Nota: la información se sustenta en declaraciones de autoridades, análisis de especialistas y cobertura de Reuters.
