El Consejo Noruego de la Paz ha suspendido la tradicional marcha con antorchas que se realiza cada año en el centro de Oslo, ante la polémica decisión de entregar el Nobel de la Paz 2025 a María Corina Machado. La decisión, comunicada en un año caracterizado por debates sobre los criterios del premio y su influencia en la política internacional, llega en medio de señalamientos públicos de figuras de alto perfil, incluido el presidente de Colombia, Gustavo Petro, respecto a la selección y sus consecuencias regionales.
Según el propio Consejo, la organización que agrupa a 17 entidades pacifistas y que cuenta con el respaldo de alrededor de 15.000 activistas, ha justificado la suspensión de la procesión por la necesidad de mantener fieles sus principios ante lo que consideran una desalineación entre la ganadora y los valores fundamentales del movimiento. La procesión, que data de 1954 y que fue suspendida anteriormente en 2012 cuando el Nobel fue otorgado a la Unión Europea, ha servido durante décadas como un símbolo de la defensa de la paz y la no violencia en el escenario europeo y global. En Oslo, el cambio de rumbo llega en momentos en que se discute la pertinencia de la elección y el peso político de la institución frente a las realidades de Venezuela y la región caribeña.
Impacto y debate ante la decisión
Entre las personalidades involucradas en la controversia destacan Gustavo Petro, presidente de Colombia; María Corina Machado, oposición al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela; el Consejo Noruego de la Paz y su presidenta, Eline H. Lorentzen. El conjunto de declaraciones públicas que giran en torno a la paz y la política internacional ha acentuado el interés mundial por el certificado de legitimidad de la premiación y su relación con la conducta de los actores regionales, incluido Petro, quien ha esgrimido una serie de argumentos críticos sobre el proceso y la intervención internacional.
«De niño pensaba que en las latitudes del norte, en la frontera de los hielos en la tierra, había una cofradía de viejos ancianos y ancianas vikingas que creían en la defensa de la humanidad; que su misión era cuidar a la humanidad desde el norte, cruzados por los vientos gélidos de la tierra, estoicos, pero sabios» – Gustavo Petro
«La paz no es invadir, la paz no puede estar en el corazón del que quiere invadir ni en el quien súplicA la invasión sobre sí mismo y su pueblo, los problemas de los pueblos los resuelven los pueblos mismos y la vecindad puede ayudar. Los problemas se resuelven sin invasiones porque los invasores siempre se llevarán el botín, eso lo saben los pueblos caribeños» – Gustavo Petro
«El comité noruego del premio nobel de paz, a diferencia del sueco, es muy político y lo influencian cosas y objetos del momento» – Gustavo Petro
«¿por qué usted solicita ayuda a un criminal contra la humanidad, con orden de captura internacional, para llevarle democracia a Venezuela? ¿Qué significa que busque usted apoyo del único presidente latinoamericano que respaldó el genocidio y al genocida? ¿Qué significa que la gente de Noruega, que entrega ese premio, estimule ese tipo de alianza mundial que no podría ser más que de barbarie y guerra, y no de paz?» – Gustavo Petro
«Es una decisión difícil pero necesaria. Tenemos un gran respeto por el Comité Nobel y por el premio de la paz como institución, pero como organización debemos ser fieles a nuestros principios y el amplio movimiento por la paz que representamos. Esperamos celebrar el premio de nuevo en los próximos años» – Eline H. Lorentzen, presidenta del Consejo Noruego de la Paz
«no sienten que la ganadora de este año esté en conformidad con los valores fundamentales del Consejo de la Paz noruego o nuestros miembros» – Consejo Noruego de la Paz
«algunos de sus métodos no están en consonancia con nuestros principios y valores o los de nuestras organizaciones miembros, como son el impulso del diálogo y de los métodos no violentos» – Eline H. Lorentzen
El desarrollo de esta noticia no sólo implica la acción de suspender una marcha centenaria, sino que también abre un frente de discusión sobre la legitimidad y los criterios del Premio Nobel de la Paz. Se espera que estas reacciones influyan en las dinámicas de la paz regional y en las relaciones entre Colombia y Venezuela, así como en la percepción internacional sobre la capacidad de la academia para reconocer la vocación de paz frente a complejas realidades políticas.
















