La Policía incautó 197 botellas de licor adulterado durante la noche del 31 de octubre, día de Halloween, en Engativá, Bogotá. En la intersección de la calle 72 con la carrera 102, dos hombres de 33 y 45 años fueron detenidos y puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación. El operativo se realizó en un momento de reforzamiento de controles por festividades masivas para evitar la circulación de bebidas manipuladas, que podrían poner en riesgo la salud pública.
Los agentes, que patrullaban la zona, detuvieron un vehículo y, tras una inspección detallada, hallaron cajas con botellas de aguardiente sin sellos oficiales y documentación presentada que resultó falsa. La operación confirma el objetivo de impedir la comercialización de licor adulterado durante la noche de Halloween y destaca la necesidad de reforzar las verificaciones sanitarias, especialmente en fechas de alta afluencia de personas.
Operativo de Halloween en Engativá refuerza los controles sanitarios
La incautación se acompaña de cifras relevantes: 197 botellas de licor adulterado, dos detenidos de 33 y 45 años, y la posibilidad de penas superiores a 12 años de reclusión por delitos contra la salud pública y fraude en productos de consumo masivo. Este hallazgo subraya el riesgo para la salud de consumir bebidas adulteradas y la magnitud de los esfuerzos institucionales para contener este fenómeno durante festividades de alta demanda.
«Consumir licor adulterado puede provocar intoxicaciones graves, daño hepático, ceguera o incluso la muerte; se recomienda adquirir licor certificado y verificar sellos.» – Autoridad Sanitaria
Antecedentes y contexto: Halloween eleva las alertas por licor adulterado y se intensificarán los controles en diversas zonas de la ciudad. En Las Ferias y barrios circundantes de Engativá se realizaron inspecciones a bares y locales nocturnos, con cierre de varios establecimientos. El licor adulterado incautado suele ser aguardiente y otras bebidas populares distribuidas sin controles sanitarios; las autoridades reiteran la necesidad de comprar licor certificado y revisar envases con sellos originales y permisos para evitar riesgos de intoxicación, daño hepático o incluso muerte.
