Una emergencia por lluvias en el Chocó desbordó el río Atrato y otros afluentes, dejando más de 1.200 familias damnificadas principalmente en Lloró y Bagadó y afectando a 15 municipios, con comunidades indígenas especialmente golpeadas en Juradó y Quibdó. Nubia Carolina Córdoba, gobernadora del Chocó, activó el Comité Departamental de Gestión del Riesgo para coordinar la respuesta y habilitar puntos de acopio, albergues y apoyo humanitario. Según el Ideam, la emergencia podría mantenerse hasta el 30 de noviembre, y las autoridades señalan que las lluvias de la segunda temporada invernal continúan, complicando el panorama y manteniendo en alerta a la población. Desde La Veintitrés Manizales se informa que las vías en mal estado dificultan la llegada de la ayuda y que en Quibdó se registraron tres días consecutivos de precipitaciones, agravando las condiciones de las comunidades más vulnerables.
Ante el panorama, se ha registrado un esfuerzo institucional para canalizar la asistencia. El Comité Departamental de Gestión del Riesgo fue activado por la gobernación para coordinar la respuesta, mientras se habilitan puntos de acopio para recibir alimentos no perecederos, kits de aseo, elementos de albergue temporal y medicamentos de primera atención, con miras a cubrir las necesidades inmediatas de las familias afectadas. Además, se solicita el apoyo del Gobierno Nacional y de organizaciones humanitarias para ampliar la capacidad de respuesta, dada la magnitud de los daños y las condiciones de comunicación en varias comunidades.
La gestión del riesgo activa la respuesta ante inundaciones en Chocó
La situación se explica por intensas lluvias durante la segunda temporada invernal que provocaron desbordamientos del río Atrato y otros afluentes, afectando primero a Lloró y Bagadó y luego extendiéndose a otros 13 municipios. Las autoridades han informado que las vías en mal estado impiden la llegada rápida de insumos y personal, y que las comunidades indígenas en Juradó permanecen incomunicadas, lo que eleva la complejidad operativa para entregar ayuda humanitaria y atender a las familias damnificadas. En Quibdó se han mantenido tres días de lluvia continua, lo que mantiene la alerta y la necesidad de respuesta coordinada para evitar nuevas emergencias.
No hay declaraciones textuales disponibles en el material.
El contexto de la emergencia se completa con la necesidad de prevenir nuevas emergencias por lluvias, ante un pronóstico que indica lluvias continuas en la región. Los datos secundarios señalan que existen puntos de acopio para recibir no solo alimentos no perecederos, sino también kits de aseo, elementos de albergue temporal y medicinas básicas, y que las comunidades indígenas de Juradó siguen aisladas, lo que subraya la urgencia de una respuesta integrada que combine ayuda inmediata con acciones para restablecer la conectividad y la resiliencia de las comunidades afectadas.
















