La tala de más de 500 árboles nativos y la eliminación de al menos 30 frailejones en la Serranía de Juaica, entre Tenjo y Subachoque, dentro del Distrito de Manejo Integrado protegido por la CAR, desató una alarma ambiental que exige investigación y apertura de sanciones. La intervención, que vecinos señalan ocurrió entre el 20 y el 21 de octubre, habría removido más de 1.200 metros cuadrados de bosque nativo y encendió un debate sobre permisos, procesos y responsabilidad institucional para intervenir en zonas protegidas. El 24 de octubre se convocó una reunión vecinal para evaluar impactos y posibles medidas ante lo ocurrido, y el 28 de octubre la Alcaldía de Tenjo comunicó la apertura de una revisión oficial de los hechos.
Entre las voces que han tomado protagonismo figuran Adriana Munar, propietaria del sector Juan del Monte, y Mariana Garzón, presidenta de la Junta de Acción Comunal de Churuguaco Alto, acompañadas por el Concejal Daniel Cárdenas. En el relato de la comunidad también aparece la identificación de la cuadrilla como Ecoredd, vinculada contractualmente a Emsertejo, empresa de servicios públicos. La intervención, según los denunciantes, habría iniciado antes de la adjudicación formal y se habría realizado sin socialización previa ni aval ambiental de la CAR, lo que alimenta dudas sobre la legalidad y la transparencia del proceso. Además, persisten interrogantes sobre una posible relación entre la Alcaldía de Tenjo y el operativo, así como sobre irregularidades en el procedimiento de autorización para intervenir en un corredor ecológico de alta importancia.
La Serranía de Juaica, corredor ecológico en riesgo y corazón verde de la región
La Serranía de Juaica es reconocida como corredor ecológico clave para la biodiversidad y la regulación hídrica de la región, refugio de especies y fuente de agua para comunidades locales. Su estatus de área protegida bajo la vigilancia de la CAR la sitúa en un marco donde la socialización, la consulta y la aprobación ambiental son requisitos fundamentales. En el contexto actual, las dudas sobre permisos y la ausencia de socialización previa alimentan la preocupación de que una intervención en un espacio tan sensible podría haber excedido las atribuciones y vulnerado los estándares de conservación, generación de impacto y salvaguarda de los recursos hídricos de la cuenca. La revisión anunciada por la Alcaldía de Tenjo, la posibilidad de sanciones y las acciones legales que podrían derivarse intensifican la atención de la ciudadanía y de las autoridades ambientales para esclarecer responsabilidades y evitar nuevos daños a este pulmón natural.
«Lo que encontramos fue devastador: frailejones arrancados, árboles nativos cortados y el suelo removido en pleno corredor ecológico. Esto no puede llamarse conservación»
Adriana Munar, propietaria del sector Juan del Monte
La comunidad también advierte que la Serranía de Juaica no puede ser tratada como un simple objeto de intervención, recordando su papel central para la biodiversidad, el suministro de agua y la identidad cultural local. Con la apertura de la revisión por parte de la Alcaldía de Tenjo y la presencia de actores institucionales como la CAR, la conversación pública busca clarificar qué permisos existieron, cuál fue el criterio técnico utilizado y qué responsabilidades asumirán las partes involucradas, con miras a evitar repeticiones y a fortalecer la protección de este corredor ecológico de gran relevancia ambiental.
















