El ex presidente Juan Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz, oficializó su retorno al escenario político colombiano e inició su proyección rumbo a las elecciones presidenciales de 2026, promoviendo una opción de centro y dirigiendo críticas a los extremos, especialmente hacia Gustavo Petro. El comunicado se materializó en un video difundido en la cuenta de X del propio Santos, a través del cual dejó claro que su agenda internacional centrada en conferencias sobre paz pasa a un segundo plano para concentrarse en la política nacional.
Con la mira puesta en el 2026, Santos anticipa competir con figuras históricas del espectro político como Álvaro Uribe Vélez, César Gaviria y, por supuesto, Petro, buscando situarse como la figura de centro que pueda moderar la discusión y desplazar la controversia hacia un eje más centrado. En el video, el exmandatario envía mensajes directos a Uribe, Gaviria y Petro, delineando una estrategia que pretende consolidar un bloque moderado capaz de influir en la dinámica electoral y de contrarrestar los polos ideológicos que han marcado la escena nacional en años recientes.
La jugada de Santos y el reto a un panorama polarizado
Este movimiento marca una reentrada contundente en la conversación pública y sitúa a Santos como un actor clave en la contienda por la Presidencia en 2026. Su mensaje central, que posiciona al centro como eje, intensifica la competencia frente a Uribe, Gaviria y Petro y abre la puerta a un nuevo capítulo en la estrategia electoral del país, centrada en moderación y puentes entre distintas corrientes políticas.
«Hoy tenemos a un extremista de izquierda» – Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia
«Si llega un extremista de derecha, lo único que obtenemos es un país ingobernable. Y las probabilidades de estallidos sociales y bloqueos aumentarán. Y así, entre gritos, el país no avanza» – Juan Manuel Santos, ex presidente de Colombia
La iniciativa de Santos, que deja de lado su agenda internacional para centrarse en la política nacional, busca marcar una pauta en la contienda electoral de 2026 al posicionarse como la opción de centro frente a extremos y a las figuras históricas que dominan el escenario. Su estrategia, además, podría influir en la dinámica de la competencia y en la formación de coaliciones futuras, al recalcar la necesidad de moderación en un país que ha vivido polarización en los últimos años.
