En un informe de inteligencia presentado por las Fuerzas Militares de Colombia, se expuso que alianzas entre grupos armados organizados operan en varias regiones del país con el objetivo de controlar finanzas ilícitas derivadas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión. El documento no especifica una fecha concreta y no reporta cifras específicas en el material.
La difusión de estos hallazgos llega en un contexto de violencia que ha llevado a que disidencias o estructuras que se desligaron de las fuerzas armadas “convencionales” ganen poder territorial, buscando cooperar entre sí para sostener sus operaciones. La noticia toma relevancia ahora porque el material al que tuvo acceso Infobae Colombia permite una lectura sobre la complejidad de estas coaliciones y su impacto en la seguridad regional y la capacidad operativa de la fuerza pública en los últimos meses.
Mapa de alianzas y zonas de confrontación entre estructuras armadas
Entre los elementos visibles del informe destaca un mapa expuesto que marca zonas de confrontación y las alianzas entre estructuras armadas, con créditos a las Fuerzas Militares como fuente de la imagen.
La exposición también subraya antecedentes relevantes: la violencia en Colombia ha empujado a que ciertos grupos armados busquen alianzas para ampliar su dominio en áreas específicas, y que disidencias o ramas que se desligaron de las estructuras armadas “convencionales” han logrado ganar espacio territorial. En este marco, la intención de estas coaliciones es controlar las finanzas ilícitas derivadas del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión, lo que podría dificultar la efectividad operativa de la fuerza pública en meses recientes.
En síntesis, estas alianzas para controlar finanzas ilícitas podrían redefinir el mapa operativo en varias regiones y complicar la labor de la fuerza pública, subrayando la necesidad de una coordinación más estrecha entre las instituciones de seguridad para enfrentar redes que operan de forma coordinada.
