Restitución de pintura atribuida a Gregorio Vásquez a la Iglesia de San Ignacio, Bogotá

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Una pintura atribuida a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, denominada Santa Eulalia y vinculada al retablo inferior de la Iglesia San Ignacio de Bogotá, fue restituita a la Iglesia tras haber sido sustraída en la década de 1980. La entrega formal se registró el 23 de octubre de 2024 en la galería en Madrid del galerista argentino Gonzalo Eguiguren, y la obra fue trasladada a Bogotá por el rector de la Iglesia San Ignacio de Bogotá, Santiago Tobón Grajales.

En este marco, se destacan varias figuras clave: Gonzalo Eguiguren, galerista argentino; Santiago Tobón Grajales, rector de la Iglesia San Ignacio de Bogotá; Adrián Contreras Guerrero, especialista en arte virreinal; y la obra, atribuida a Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos, con la Iglesia San Ignacio de Bogotá como titular original. La pintura formaba parte del retablo inferior de la parroquia y fue sustraída en la década de 1980, un episodio que sorprendió a la Compañía de Jesús, que desconocía su destino. La galería adquirió la obra en Uruguay en diciembre de 2024 sin conocimiento de su procedencia, y fue a partir de un estudio de Adrián Contreras Guerrero que se identificó su pertenencia al patrimonio de San Ignacio, lo que dio inicio a las gestiones de restitución y al posterior traslado a la capital colombiana. En las cifras, se indica que la entrega ocurrió el 23 de octubre de 2024 y se señala que la obra reapareció en Uruguay en diciembre de 2024; el monto de compra se ubica en miles de euros, cifra exacta no publicada.

La restitución, un puente cultural entre España y América Latina

La devolución de Santa Eulalia, atribuida a Vásquez de Arce y Ceballos, representa una pieza clave del barroco colonial en Nueva Granada y refuerza el vínculo cultural entre España y América Latina. Además, facilita la posible restauración del altar y abre la puerta para rastrear otros elementos del retablo desaparecido, en un esfuerzo conjunto entre instituciones religiosas, galerías y especialistas en conservación.

«No hay declaraciones textuales disponibles» – Redacción, La Veintitrés Manizales

Este caso subraya la importancia de la cooperación internacional para la defensa del patrimonio religioso y artístico y sitúa a la Iglesia San Ignacio de Bogotá en una posición destacada para liderar la recuperación de su legado histórico. Se espera que este proceso sirva de precedente para nuevas gestiones de restitución y para avanzar en el rastreo de otros elementos del retablo que aún permanecen extraviados, reforzando el diálogo cultural entre España y Colombia y la memoria compartida de ambas regiones.

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