ELN mantiene células urbanas en Bogotá y municipios cercanos desde 2021

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En un informe difundido por la Defensoría del Pueblo se alerta la presencia de células urbanas del ELN en Bogotá y municipios cercanos, activo desde al menos 2021. El documento señala que el Frente de Guerra Urbano del ELN y milicias que no se acogieron al acuerdo final de paz mantienen una presencia visible con banderas y panfletos, además de campañas de reclutamiento en universidades públicas, redes de microtráfico y mecanismos de control social, con vínculos a economías ilícitas. En particular, se identifican acciones en seis localidades de Bogotá: Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy, Usme, San Cristóbal y Rafael Uribe Uribe, así como en los municipios de Soacha y Sibaté. Todo ello se vincula al atentado de 2019 contra la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 22 víctimas fatales, y a una captura reciente de alias Pedro Pablo, también conocido como Junior, presunto integrante del Frente de Guerra Oriental, en un indicio de fortalecimiento de la estructura urbana.

El contexto institucional de la alerta incluye antecedentes de campañas y análisis durante la administración de Claudia López, con un informe remitido a la Presidencia en 2023 que describe el uso de instalaciones educativas para actividades logísticas y de propaganda. En el plano regional, la presencia de milicias del ELN y de otras estructuras criminales como AGC, Los Paisas y Los Boyacos converge en corredores urbanos de Bogotá, generando adoctrinamiento y reclutamiento en universidades públicas y planteando un riesgo de violencia, homicidios y extorsiones. Este desarrollo reseña un cuadro en el que las instituciones educativas se convierten en escenarios para movimientos de dinero, armas y personas, con una influencia creciente en las dinámicas urbanas.

Universidades y redes que sostienen la presencia

Entre las universidades mencionadas se identifican la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, la Universidad Pedagógica y la Universidad Nacional de Colombia, en las que persisten campañas de reclutamiento y presencia de símbolos y materiales propagandísticos. Las instituciones involucradas en el análisis, incluida la Defensoría del Pueblo y observatorios universitarios como el de la Universidad Central, señalan la incursión de redes urbanas del ELN y de disidencias de las Farc que operan en estos campus, con el objetivo de fortalecer la base local y facilitar la proyección hacia otros espacios académicos y sociales.

«Se ha identificado la presencia del Frente de Guerra Urbano del ELN y de milicias que no se acogieron al acuerdo final de paz, con incidencia en sectores populares de Bogotá y municipios vecinos» – Defensoría del Pueblo (Documento del informe)

«La clave aquí en Bogotá es entender que es un espacio para transacciones económicas puntuales, para alianzas estratégicas o para mover el dinero que necesitan llevar a grandes espacios de mercado» – Andrés Nieto, director del Observatorio de Seguridad de la Universidad Central

La situación mantiene en alerta a autoridades y comunidad universitaria, que piden seguimiento continuo y coordinación interinstitucional para impedir que estas células urbanas del ELN, en alianza con grupos disidentes y otras bandas, consoliden sus economías ilícitas y amplíen su influencia en espacios educativos y urbanos.

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