En La Mansión de Luinny, durante la grabación del reality, la convivencia dio un giro notable cuando Yina Calderón, empresaria de fajas y participante del programa, mantuvo una discusión hostil con La Diabla en la cocina. La tensión escaló rápidamente desde una disputa verbal hasta un forcejeo y el lanzamiento de objetos, a lo que se sumó la intervención urgente del equipo de producción para evitar que la situación se desbordara. Axel, compañero de Calderón, estuvo presente durante el incidente, y el equipo logró recuperar el muñeco Chuky, uno de los objetos más preciados de La Diabla, a cargo de un miembro del staff. Karina García, mediadora en la escena, intentó calmar los ánimos y facilitar una salida pacífica a la confrontación. En medio del forcejeo, La Diabla buscó ropa y accesorios de Calderón, mientras que la muñeca de referencia fue objeto de uso durante la pelea, según el relato de la grabación.
Los hechos ocurrieron en el set de La Mansión de Luinny y, según el desarrollo de la secuencia, la hostilidad que inició la discusión se mantuvo en la convivencia, con tensiones que persisten entre ambas participantes. Calderón advirtió sobre el uso del muñeco y la necesidad de mantener límites, y la producción se mantuvo atenta para intervenir cuando fue necesario. En esta secuencia, Karina García desempeñó un papel clave al tratar de contener a La Diabla y, posteriormente, al ofrecer apoyo para reparar el muñeco dañado, gesto que fue bien recibido por los seguidores que siguieron el episodio con interés. Las acciones destacadas incluyen la recuperación del muñeco por un miembro del equipo y el daño sufrido por el objeto durante la pelea.
La tensión persiste en la convivencia y Karina García emerge como eje de estabilidad
La Diabla afirmó que Yina buscaba generar polémica para ganar notoriedad dentro del programa, una versión que Calderón negó en el informe oficial. En paralelo, Karina García continúa posicionándose como una de las participantes más sólidas y ha enfatizado que esta vez no permitirá que nadie la pase por encima; también ha destacado que sus experiencias en La Casa de los Famosos Colombia la fortalecieron emocionalmente y la preparan para afrontar momentos de tensión en la convivencia. En la secuencia, García intentó inicialmente poner paz sosteniendo a La Diabla para evitar una respuesta violenta y luego ofreció ayuda para reparar el muñeco dañado, reforzando su papel de mediadora entre las jóvenes.
«Si me sigues molestando y tratándome mal cuando no te he hecho absolutamente nada, me voy a meter con tu muñeco. Pilas, porque yo soy más atrevida que tú mil veces» – Yina Calderón, empresaria de fajas
«¿Por qué crees que me dicen villana? Estoy reloca, no te das cuenta. Debería darte miedo porque estoy loca» – Yina Calderón, empresaria de fajas
«No muchachas, no se pongan en esas, no vale la pena» – Karina García, participante
«esta vez no permitirá que nadie la pase por encima» – Karina García, participante
En resumen, la pelea de alto voltaje entre Yina Calderón y La Diabla dejó claro que la convivencia en La Mansión de Luinny se mantiene tensa y que la producción deberá seguir de cerca el desarrollo de las dinámicas entre las participantes. Mientras Karina García refuerza su liderazgo y mantiene la mediación como herramienta clave para evitar estallidos, la posibilidad de expulsión o sanciones para quienes continúen provocando conflictos quedó sobre la mesa, dejando abiertas las preguntas sobre el futuro inmediato de la convivencia en el set.

















