En un nuevo hito del proceso de paz en Colombia, el Ejército Nacional de Colombia, junto al Grupo Marte y con observadores de la Mapp-OEA, destruyó 14 toneladas de explosivos entregados por la Coordinadora Nacional Ejército Bolivariano, conocida como Cneb, en el sector rural de La Laguna, municipio de Roberto Payán, en Nariño. Aunque no se especifica la fecha exacta de la operación, las autoridades destacan que se enmarca en el fortalecimiento de los compromisos de paz y en la creación de zonas de capacitación y reintegración de excombatientes, conforme al acuerdo 12 entre el Gobierno y la CN EBN. Desde La Veintitrés Manizales mostramos esta noticia como un avance tangible en la región Pacífico nariñense.
La destrucción fue realizada de manera controlada por técnicos en antiexplosivos del Grupo Marte, acompañados por observadores de la Mapp-OEA, y contempló la eliminación de granadas adaptadas para drones, morteros caseros y minas antipersonal. Esta acción, que recibió el respaldo institucional correspondiente, refuerza la reducción de riesgos para la población civil y para las tropas, al tiempo que avanza en los protocolos de seguridad acordados dentro de la mesa de diálogo entre el Gobierno y la CN EBN.
La Laguna, Roberto Payán: un paso concreto en la mesa de diálogo Gobierno-Cneb
El hecho se sitúa en el marco de antecedentes recientes de desarme y neutralización de explosivos en la región. En una operación anterior en la vereda El Nortal, Tumaco, el Ejército y la Fuerza Aeroespacial Colombiana eliminaron 6,5 toneladas de explosivos, retiraron 838 minas antipersonales, 580 artefactos improvisados y más de 3.600 kilogramos de insumos explosivos; la intervención fue supervisada por un delegado de la Presidencia y validada por la Mapp-OEA, dentro del Plan de Campaña Ayacucho Plus. Estas acciones, además de disminuir peligros inmediatos, buscan construir confianza entre las partes, garantizar garantías de no repetición para las comunidades afectadas y promover la reconciliación y el desarrollo sostenible del Pacífico nariñense. Las operaciones cuentan con el respaldo de organismos internacionales y forman parte de un proceso supervisado por Fondepaz y la Mapp-OEA, con el próximo paso en la mesa de diálogo centrado en abrir dos zonas de capacitación para la reintegración de excombatientes, ubicadas en Nariño y Putumayo, donde inicialmente 120 integrantes entregarían armas y comenzarían su retorno a la vida civil.
«las minas antipersonales destruidas son artefactos muy peligrosos que no distinguen entre la población civil y la fuerza pública» – Capitán Mahecha, jefe del Grupo Marte
Este avance, presentado como un progreso concreto dentro de la mesa de diálogo Gobierno-Cneb, refuerza el objetivo general de reducir riesgos para la población y las tropas, consolidar la seguridad y avanzar hacia una paz estable y sostenible en el Pacífico nariñense. El próximo encuentro para avanzar en los protocolos está previsto para el 4 de noviembre en Tumaco, con miras a consolidar las zonas de capacitación para la reintegración en Nariño y Putumayo y a afianzar el proceso de desarme y reinserción de excombatientes, tal como se ha planteado en las fases actuales de la negociación.














															
															
															
															
															

