Un ataque armado en la zona de invasión de Santa Helena, Caucasia, dejó como saldo dos adolescentes de 16 y 17 años muertos. El joven de 17 años murió en el lugar y el de 16 falleció minutos después tras ser trasladado al Hospital César Uribe Piedrahíta de Caucasia. Las identidades completas de las víctimas no han sido divulgadas por las autoridades.
Según los reportes disponibles, los atacantes, descritos como individuos armados, abrieron fuego contra los jóvenes. El adolescente de 17 años recibió dos impactos de bala en el tórax y uno en el antebrazo izquierdo; el de 16 años resultó herido de gravedad en la cabeza y fue trasladado al centro de salud antes de perder la vida. La investigación está en curso y, de momento, no se han identificado autores; indicios apuntan a un posible sicariato en medio de la violencia que permea la región.
La violencia persiste en el Bajo Cauca
Este hecho se inscribe en el Bajo Cauca antioqueño, una subregión con presencia de guerrillas, paramilitares y estructuras criminales que disputan territorio, economía ilícita y rutas de tránsito. En la zona operan economías ilícitas como la minería de oro y cultivos ilícitos, que alimentan una violencia estructural con consecuencias para la población civil. Solo en la región se han registrado más de 100 desplazamientos; entre 2017 y 2019 se reportaron 895 homicidios en la subregión, que abarca Caucasia, El Bagre, Tarazá, Cáceres, Nechí y Zaragoza. Un informe señala que “la falta de visión y de resultados del Estado ha debilitado la confianza y abierto un espacio para que los grupos armados consoliden su control.”
«No hay declaraciones textuales disponibles en el material» – Autoridad no especificada
La situación refleja un contexto histórico de violencia estructural y de debilitamiento de la capacidad estatal para garantizar seguridad y derechos en la región, lo que agrava la vulnerabilidad de la población civil y, en particular, de los menores de edad en el Bajo Cauca.
