El exmanager Oswaldo Arcia respondió a Cindy Ávila, conocida como La Toxi Costeña, en las redes sociales con nuevas acusaciones y pruebas, mientras Ávila publicó conversaciones y comprobantes de pagos para desmentirlo. El intercambio se desarrolla principalmente en Instagram y tiene lugar en un marco que incluye referencias a Bogotá y a la casa de los famosos, contexto en el que la cantante ha mantenido su presencia mediática. Según lo que ha trascendido, Arcia difundió mensajes y audios para sostener sus señalamientos, y Ávila respondió con chats y documentos que, afirma, desvirtúan sus acusaciones.
En las últimas horas, la confrontación ha escalado con revelaciones que apuntan a tres shows en total, de los cuales Arcia afirma que dos fueron inventedos para subir videos a las redes y que el tercero se llevó a cabo en Urabá, presuntamente gestionado por él para ayudarla. Además, el exmanager señala situaciones que apuntan a tensiones financieras y a la forma en que se ha manejado la vida pública de la artista, con menciones a Yina Calderón y a otras figuras relacionadas. Entre las piezas que circulan en línea se mencionan audios y notas que, según Arcia, demuestran la manera en que se han manejado los compromisos y los apoyos, incluyendo la posible implicación de préstamos y favores logrados para sostener una imagen mediática. Este medio, La Veintitrés Manizales, ha seguido la historia desde su inicio y continúa recopilando la versión de las partes. Las publicaciones, además, incluyen referencias visuales vinculadas al Canal RCN como parte del material difundido.
La batalla en redes se intensifica: shows, préstamos y tensiones familiares
Entre las declaraciones que circulan, Arcia acusa a Ávila de haber utilizado una red de contactos para sostener su carrera, mientras ella responde mostrando chats y comprobantes de pagos que, dice, demuestran una gestión diferente de sus finanzas y de su vida personal. En la grabación de audio difundida por Arcia se escucha un pedido directo de dinero y, en otro tramo, una acusación sobre la relación entre los recursos y la exposición en redes sociales. Entre los elementos que se han hecho públicos, destaca la mención de Johan Zurita, hijo de La Toxi Costeña, en notas que, según Arcia, se habrían utilizado para pedir comida cuando tenía hambre, un detalle que ha generado conversación entre los seguidores y analistas del fenómeno mediático de estas figuras públicas. Las piezas de audio y mensajes continúan circulando, y el conflicto mantiene su ritmo en Instagram y otras plataformas, con un trasfondo que involucra además a familiares y a allegados como Yina Calderón, cuyas interacciones y apoyos también se han convertido en foco de la discusión.
«Estás ardida, buscando como llamar la atención, porque no quiero trabajar contigo, nadie quiere colaborar… Como estás apagada y quieres fama, pues publica dónde supuestamente te robé y ahora que haces llamando a todos mis amigos, Cule loca mal olienta» – Oswaldo Arcia
Este desarrollo, que involucra publicaciones en Instagram, mensajes y audios difundidos por Arcia, aporta un nuevo capítulo a un conflicto público entre Cindy Ávila y su exmanager, con posibles implicaciones en la imagen de la cantante y en sus relaciones con terceros como productores y figuras de la farándola colombiana. A la luz de estas revelaciones, el panorama mediático alrededor de Ávila sigue siendo objeto de análisis y debate, mientras las partes esperan respuestas o movimientos adicionales en las plataformas donde históricamente han buscado ampliar su alcance y su audiencia. En resumen, la historia continúa con un duelo entre pruebas y contrapruebas que mantiene a la opinión pública atenta y a los seguidores preguntando qué versión terminará imponiéndose en la memoria de la audiencia.
















