Merlano revela chats privados y deuda por finca tras parto con Juan David Tejada

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Una noticia que reabre el debate sobre la vida privada de las figuras públicas llega desde Manizales a través de Aida Victoria Merlano, influencer barranquillera e hija de una excongresista. Merlano relató, en publicaciones en redes sociales y en una entrevista concedida al podcast La Poción, un episodio posterior al parto en el que habría recibido comentarios dañinos por parte de su expareja, Juan David Tejada, conocido como “el Agropecuario”. Según su relato, esas palabras la motivaron a retomar su rutina y a enfrentar tensiones financieras, además de un conflicto por la finca que se gestó durante el embarazo, todo ello a la luz de la difusión de chats privados y de un debate público sobre la transparencia de las personas que viven bajo el escrutinio de las redes.

La historia sitúa la ruptura en un marco de disputas y señalamientos que ha provocado debates sobre el uso de conversaciones privadas y la responsabilidad económica de las parejas en la era digital. Merlano afirmó que trabajó hasta la semana 38 de gestación para pagar la finca, un detalle que subraya la presión emocional y económica que enfrentó durante el embarazo. En las fechas señaladas, el 2 de agosto y el 4 de agosto, se mencionan momentos clave dentro de esa dinámica que se hizo pública por medio de publicaciones y mensajes difundidos en redes. En su narración también se alude a una presunta estafa y a conductas violentas, elementos que expanden el marco del conflicto más allá de lo sentimental hacia lo económico y legal.

La memoria de una gestación y un conflicto financiero en la era de las redes

En su relato, Merlano citó frases que describen el derrumbe emocional que vivió tras la ruptura. “Cuando terminé mi relación el man me dijo ‘igual yo ya no te veía como mujer’, cuando ese man me dijo eso yo dije ¿sabes una cosa? Esta frase o me puedo tumbar en el subsuelo y me puede enredar en mis cobijas y volverme nada o va a ser el motor por el que yo me voy a poner más buena”, afirmó la influencer. Más adelante agregó otra reflexión contundente: “Andar en pañal es una sensación superhumillante y dije, me voy a poner para mí. Un 2 de agosto me dijo eso y un 4 de agosto mucha gente me decía ‘este post parece de mujer resentida’. Claro que era un post de mujer resentida, obvio, era como ‘ah, ¿no me ves como mujer?’ Venga, y tiré mi post cuando me veía divina”, añadió. También compartió cómo asumió el esfuerzo económico durante el embarazo, afirmando: “Yo trabajé hasta la semana 38 porque estaba pagando la finca. Todo este esfuerzo va a valer la pena, todo este trabajo. No sabes todo lo que yo lloré, abrumada por esa deuda, pero decía: ‘No importa, voy para adelante, tengo fuerza’”, y, cerrando el tramo de su testimonio, comentó: “En medio de mis pérdidas, mis dolores, mis tristezas, yo me pongo a pensar y digo: ‘Yo no me quiero enfocar en esto’”.

«En medio de mis pérdidas, mis dolores, mis tristezas, yo me pongo a pensar y digo: ‘Yo no me quiero enfocar en esto’» – Aida Victoria Merlano, influencer

Este relato, que combina lo personal con un interés público notable, llega en un momento en que las conversaciones privadas difundidas y la exposición de conflictos financieros y legales entre exparejas ocupan un lugar destacado en el debate sobre la responsabilidad y la transparencia de los influencers ante sus audiencias. El tema de la finca —una inversión vinculada a gestiones y deudas— se coloca en el centro de la discusión, acompañada por el contexto de la ruptura y la presión mediática que acompaña a las figuras públicas en redes sociales.

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