La Contraloría General de la República advirtió al Ministerio de Minas y Energía sobre un posible riesgo fiscal vinculado a los subsidios a los combustibles y a la caída de las regalías derivada de una menor producción y exportación de hidrocarburos. En una carta dirigida al ministro Edwin Palma, el contralor general Carlos Hernán Rodríguez alerta que, de mantenerse la tendencia de menor producción, el aumento de subsidios y la reducción de ingresos podría agudizar el déficit fiscal y presionar tanto al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC) como al Presupuesto General de la Nación. La misiva, difundida por la revista Semana, acompaña cifras actualizadas que muestran un panorama preocupante para 2025: la producción diaria de petróleo pasa de 772.000 barriles por día en 2024 a 747.000 en 2025, una caída del 4,23%.
Asimismo, las exportaciones de petróleo y derivados podrían situarse en 2,48 millones de toneladas mensuales en 2025 frente a 2,64 millones en 2024, lo que representa una contracción del 5,9%. El valor de las ventas externas caería de US$1.252 millones al mes en 2024 a US$1.069 millones al mes en 2025. La recaudación de regalías habría registrado una disminución del 15% en el primer semestre de 2025 respecto al mismo periodo de 2024, y el volumen de barriles producidos habría descendido un 6% en ese mismo lapso. Todo ello se enmarca en un contexto de desfinanciamiento del FEPC cercano a los 100 billones de pesos en los últimos quince años, según el documento.
Advertencias de planeación y vigilancia permanente ante el riesgo fiscal
La carta forma parte de un documento enviado por la Contraloría al Ministerio de Minas y Energía, respaldado por cifras actualizadas y orientado a la necesidad de una planeación de largo plazo y de una vigilancia fiscal permanente para evitar que la caída de ingresos se traduzca en un incremento de subsidios y una mayor presión sobre el FEPC y el Presupuesto Nacional. El propósito, explicita el propio texto, es establecer un marco de control y mitigación de los riesgos detectados y comunicados a ese ministerio, con el fin de proteger la estabilidad fiscal ante cambios en el mercado internacional y la dinámica del sector energético.
«el riesgo de una baja significativa en los ingresos de la Nación, principalmente en las regalías, derivada de la reducción de la producción de hidrocarburos y, por ende, de su exportación, evidenciada a través de los indicadores de exploración e incorporación de reservas» — Carlos Hernán Rodríguez, Contralor General
«La disminución de ingresos por impuestos generados por las industrias podría terminar acabando con las empresas» — Carlos Hernán Rodríguez, Contralor General
«Existe el riesgo de que se incrementen los niveles de subsidio, producto de la posible alza en los precios al ser importados, aumentando con ello el déficit existente en el Fondo, el cual ha alcanzado niveles importantes de desfinanciamiento, equivalentes a cerca de cien billones de pesos en los últimos quince años» — Carlos Hernán Rodríguez, Contralor General
«la Contraloría Delegada para el sector Minas y Energía ha continuado la vigilancia fiscal sobre este asunto, con el fin de establecer el avance en la eliminación y/o mitigación de cada uno de los riesgos detectados y comunicados a ese ministerio» — Carlos Hernán Rodríguez, Contralor General
Contextualmente, la noticia adquiere relevancia ante antecedentes de vulnerabilidad del sistema energético colombiano y la necesidad de mayor control y planeación para evitar crisis y mantener la estabilidad económica. La carta, revelada por Semana, vincula al MinMinas con riesgos fiscales y subraya la urgencia de acciones concretas. Si la producción continúa a la baja y los subsidios se intensifican, la presión presupuestal podría afectar no solo al FEPC, sino a el conjunto del Presupuesto General de la Nación, con posibles impactos en la financiación de programas y la salud de las finanzas públicas.
La FEPC es descrita como una carga estructural para las finanzas públicas, lo que refuerza la necesidad de revisar su sostenibilidad a largo plazo. En paralelo, la Contraloría mantiene vigilancia fiscal permanente sobre el Ministerio de Minas y Energía para garantizar transparencia y responsabilidad en el manejo de los recursos del sector. El documento asociado a estas observaciones se presenta como parte de un marco de control y planeación ante vulnerabilidades energéticas y los retos del mercado internacional, buscando mitigar riesgos y evitar desequilibrios fiscales en el corto y mediano plazo.
















