Desde la redacción de La Veintitrés Manizales, con corresponsalía en Bogotá, llega una historia que mezcla solidaridad, redes y economía informal. El influencer Daniel Palacios sustituyó por una hora a una pareja de vendedores ambulantes en un puesto ubicado en la capital para almorzar, llevándolos al restaurante Crepes & Waffles y prometiendo pagar el doble de lo recaudado durante ese lapso. Al finalizar, entregó 300,000 pesos, cifra que representa el doble de lo recaudado, ya que la recaudación total fue de 150,000 pesos, con 139,000 pesos correspondientes a ventas netas tras descontar los obsequios. La pareja, que lleva ocho años trabajando junta, tiene dos hijos: una niña de siete años y una bebé de seis meses. Guerrero, un amigo que atendió el puesto durante la ausencia, describe el gesto como un apoyo a su proyecto de vida y a la idea de montar una fábrica propia, con la solidaridad también de Juana, otra vendedora de la zona que fue mencionada como beneficiaria.
Durante la jornada, Palacios llevó a la pareja al restaurante para el almuerzo y dejó a Guerrero al frente del puesto en la avenida para no interrumpir la atención a los clientes. Todo quedó registrado en video para TikTok, donde el influencer anunció la promesa de doblar lo recaudado y, como parte de la experiencia, se entregaron papas rellenas como obsequios a varios transeúntes. Las cifras señalan que las ventas totales en la hora alcanzaron 150,000 pesos tras los regalos, con 139,000 pesos de ventas netas; el pago final a la pareja fue de 300,000 pesos. Este episodio se enmarca en una conversación más amplia sobre ingresos y solidaridad en la economía informal, impulsada por el alcance de las redes y el deseo de la pareja de consolidar un proyecto productivo con el apoyo de la comunidad cercana y del personal del centro comercial cercano.
El gesto viral activa el debate sobre ingresos y solidaridad en la economía informal
El video viral, grabado en TikTok y difundido por usuarios y medios locales, ha generado reacciones diversas en redes sociales: hay quienes aplauden la iniciativa como muestra de empatía y apoyo a una familia que busca estabilidad, mientras otros señalan la complejidad de interpretar estos gestos en el marco de la economía informal y su impacto en ingresos diarios. En el relato, la pareja ha destacado que lleva ocho años trabajando juntos y que recibe el respaldo de la clientela y del personal del centro comercial cercano; también se recuerda la solidaridad hacia Juana, otra vendedora de la zona, y la aspiración de convertir el esfuerzo en una fábrica propia, un sueño que se ve alimentado por el ejemplo del influencer y del grupo que apoyó la acción.
«Hoy va a ser una cita romántica. ¿Hace cuánto no tienen una cita así?» – Daniel Palacios, influencer
Con el trasfondo de la acción, el registro en redes invita a debates sobre cómo las intervenciones de figuras con grandes audiencias pueden influir en la economía informal y en las dinámicas de ingresos de quienes trabajan en puestos cortos o temporales. El caso también subraya la importancia de las redes para visibilizar historias de resiliencia, familias que dependen de cada día de ventas y la esperanza de que gestos como este impulsen cambios sostenibles, más allá de las cifras de una jornada aislada.
















