En Bogotá, Juan Carlos Suárez Ortiz, de 27 años, fue imputado por homicidio agravado en relación con la muerte de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, ocurrida el 31 de octubre de 2025, tras una golpiza en la que participó junto a otra persona no capturada. La imputación se desarrolló en el marco de una audiencia en la capital del país y, según confirmó la Fiscalía, el imputado no aceptó los cargos. Moreno Jaramillo era estudiante de la Universidad Los Andes y, de acuerdo con antecedentes citados en la cobertura, habría sido despedido por sus compañeros de la universidad antes de su muerte.
La investigación señala que la agresión fue una golpiza reiterada con puños y patadas que dejó a la víctima con trauma craneoencefálico severo y paro cardiorrespiratorio. En el lugar intervinieron testigos que aportaron relatos consistentes con la versión de los hechos y con la participación de otra persona no capturada. Dos mujeres fueron detenidas y luego liberadas: Kleidymar Fernández Sulbarán y Bertha Parra Torres; además, hay otra persona involucrada que permanece no capturada, según las referencias oficiales.
Imputación y debate jurídico sobre la tipificación penal
En la audiencia, la fiscal detalló las circunstancias de la agresión y la participación de Suárez Ortiz y de la otra persona para tumbar a la víctima y propinarle múltiples patadas a la cara y al cuerpo, mientras una mujer identificada como Kaleidymar Paola Fernández Sulbarán, vestida con un disfraz azul, supuestamente instigaba a que se continuara pegando, lo que se describió como una escena de violencia extrema. La fiscal añadió que la víctima sangraba por la nariz y por la boca y se ahogaba con su propia sangre.
«Juan Carlos Suárez y otra persona quien emprendió la huida, alcanzaron a la víctima y le propinaron puños hasta tumbarlo, y ya estando en el suelo, le dieron múltiples patadas en la cara y el cuerpo. Mientras la señora que se identificó como Kaleidymar Paola Fernández Sulbarán, que vestía de disfraz azul, ella motivaba a que le siguieran pegando (…) mientras la víctima botaba sangre por la nariz y por la boca, mientras se ahogaba con su propia sangre», – Fiscal a cargo de la audiencia
Un abogado consultado para este medio, Cancino, expresó que no le parece equivocado el planteamiento de la Fiscalía y añadió que, ante la presión mediática o el respaldo a la víctima, podría terminar negociándose o aceptándose una figura de homicidio preterintencional hoy o en el futuro, dependiendo de la evolución del caso. Además, explicó que la intención de Suárez Ortiz no era matar sino agredir y lesionar, aunque el resultado fue la muerte, lo que agrava la situación del procesado. También señaló que no ve a las dos mujeres como capaces de impedir los golpes, sino que estaban en una posición más bien aislada, y que, de existir una riña previa, la Corte podría exigir responsabilidad compartida o incluso considerar otras figuras penales, en función de las pruebas.
La investigación continúa y la comunidad académica sigue Atenta al desarrollo del proceso, ya que hay un segundo sospechoso no capturado y la posibilidad de ajustar la tipificación penal en función de las pruebas que se vayan consolidando. En el marco de este caso se mantienen las dudas sobre si se trató de homicidio agravado o, en su defecto, una figura diferente ante la posible existencia de una riña previa y otras circunstancias que podrían influir en la calificación jurídica de los hechos.
