En la madrugada del 31 de octubre, Ricardo González fue identificado como el segundo señalado en el homicidio de Jaime Esteban Moreno Jaramillo, según testimonios recabados por Noticias RCN. Las autoridades sitúan el hecho en Chapinero, Bogotá, pero los relatos de comerciantes en el sector de San Victorino, en el centro de la ciudad, asientan la presencia de González durante la jornada siguiente a la fiesta de Halloween. Se indica que González habría regresado a la zona esa mañana y, según los testigos, dijo haberla embarrado, declaración que añade una nueva arista a la investigación.
La Fiscalía ha incorporado la hoja de vida de González al expediente y, por ahora, el segundo implicado permanece fugitivo. En el perfil del sospechoso se advierte que es conocido en el centro de Bogotá por ventas ambulantes, originario de Cartagena y que llegó a la ciudad desde Bolívar; aproximadamente desde hace dos años se ganaba la vida vendiendo perros calientes. Testigos señalan que su rostro quedó registrado en cámaras de seguridad y que, pese a la alerta, continuó trabajando en su puesto matutino con el mismo disfraz que llevaba en las imágenes de la fiesta, lo que mantiene la investigación en la línea de identificar posibles coautores y móviles.
La nueva versión de San Victorino y la incorporación de la hoja de vida reabren la investigación
La información adicional obtenida de comerciantes de San Victorino refuerza la hipótesis de la Fiscalía y subraya la relevancia de revisar el entorno y las conductas de González durante la madrugada del 31 de octubre y la jornada siguiente. Aportan un marco de contexto que sitúa el incidente dentro de un escenario de Halloween, con un contorno de aglomeración y trasiego de personas que facilitaría, según las autoridades, la comisión de una agresión física durante la celebración. En este marco, la investigación continúa avanzando para delimitar responsabilidades y establecer si existen otros involucrados, mientras el segundo señalado permanece fugitivo y las pruebas, como las imágenes de seguridad, se analizan para consolidar la línea de investigación.
«Él vino y dijo que la había embarrado. Que había tenido una riña en una taberna y que, al parecer, el chico estaba en cuidados intensivos» – Testigo, Comerciante de San Victorino
La atención mediática y la diligencia de la Fiscalía, apoyadas en la información de testigos y en la revisión de la huella digital de González, mantienen la expectativa de una respuesta judicial en el corto plazo. La investigación, que aún no ha cerrado la identificación de todos los hechos y de todas las personas vinculadas, continúa con especial énfasis en la trayectoria de González y en las circunstancias que rodearon el hecho, especialmente el entorno de la fiesta de Halloween y las condiciones de convivencia en el centro de Bogotá. En tanto, el segundo señalado permanece fugitivo, y las autoridades señalan que la versión de los comerciantes podría orientar la línea de investigación hacia posibles coautores y responsables adicionales.

















