Dependencia afectiva o amor: claves para reconocer vínculos que podrían dañar tus relaciones

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Informe sobre el apego ansioso en vínculos adultos

El apego ansioso se describe como una pauta relacional en la que predomina el temor a perder afecto y la búsqueda constante de aprobación emocional. Este fenómeno se vincula con la teoría del apego, propuesta por el médico y psiquiatra John Bowlby. Según él, la forma en que un niño se relaciona con sus cuidadores en etapas tempranas condiciona la manera en que formará lazos afectivos más adelante. Cuando el cuidado es irregular y oscila entre cercanía y distanciamiento, puede desarrollarse inseguridad sobre el propio valor y la estabilidad del afecto recibido.

En la década de 1980 y, específicamente, en 1987, Cindy Hazan y Phillip Shaver extendieron la teoría al ámbito de las relaciones sentimentales de adultos. Identificaron que quienes atraviesan apego ansioso tienden a afrontar sus vínculos con un miedo a la pérdida y la necesidad de validación constante. Este enfoque influyó en la comprensión de la dinámica de las parejas y su funcionamiento emocional.

Entre las señales cotidianas asociadas a este patrón, la psicóloga Ana María Infante señala conductas recurrentes, como las que se enumeran a continuación:

  • Necesidad permanente de aprobación
  • Dificultad para enfrentar la soledad
  • Temor intenso al rechazo
  • Tendencia a idealizar a la pareja
  • Celos y dependencia emocional

«La ansiedad por el apego se alimenta de inseguridades internas y no de la ausencia de afecto» — Ana María Infante

Sobre las perspectivas de modificación de estos patrones, la Sue Johnson, reconocida por su trabajo en la Terapia Focalizada en las Emociones (EFT), explica que las conductas derivadas de este apego pueden transformarse mediante autoconocimiento y enfoques terapéuticos orientados a las emociones.

«Con EFT, las parejas aprenden a identificar y regular emociones para construir vínculos más seguros» — Sue Johnson

En este marco, se destaca la necesidad de fortalecer la tolerancia a la incertidumbre, delimitar límites emocionales y gestionar de forma consciente los pensamientos automáticos. Estas herramientas favorecen relaciones más estables y una mayor autonomía afectiva a largo plazo.

La distinción entre un amor genuino y comportamientos derivados de la ansiedad por el apego da lugar a una comprensión más clara de las dinámicas emocionales. Reconocer la fuente de la conducta facilita evitar patrones desequilibrados y abrir la posibilidad de convivencias más equilibradas.

Además, especialistas recomiendan acudir a apoyo profesional cuando estas dinámicas interfieren en la vida cotidiana. La intervención terapéutica y el trabajo personal pueden influir de manera significativa en la calidad de las relaciones y la seguridad afectiva a largo plazo.

Este artículo fue elaborado con apoyo de inteligencia artificial.

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