El ministro del Interior Armando Benedetti afirmó en un video difundido en redes que el salario mínimo podría llegar a 1.800.000 pesos en 2026, una proyección que desató críticas de la ANDI y de analistas por politización del proceso de negociación. La declaración, difundida en plataformas digitales y analizada por La Veintitrés Manizales, llega en medio de tensiones sobre la forma en que se conducen las discusiones y justo antes de la campaña electoral, lo que algunos advierten podría influir en la mesa de concertación y en la definición de políticas laborales.
Entre los datos que circulan al respecto, se sabe que más de un millón de personas han ingresado recientemente a la informalidad; el salario promedio del trabajo informal ronda los 1.040.000 pesos, mientras que en el sector formal con prestaciones el ingreso promedio se acerca a 2.500.000 pesos. La inflación se ubica alrededor del 5%, y los incrementos del salario mínimo en los últimos cinco años han superado el 10%. En este marco, José Ignacio López, presidente de Anif, afirmó que “si fuera por nosotros, deberíamos estar hablando de un salario mínimo que sea de un solo dígito”. Por su parte, Bruce Mac Master, presidente de la ANDI, calificó la propuesta como un “error inmenso” y añadió que “tener al ministro del Interior diciendo qué es lo que van a hacer, parecería que vuelve a la mesa bastante inocua”, además de recordar que Colombia era reconocida internacionalmente por un proceso de negociación tripartito entre trabajadores, empleadores y el Gobierno.
La polémica se intensifica en medio de la campaña y la fragilidad de la mesa de concertación
En contexto, se recuerda que el proceso de concertación para el salario mínimo se ha debilitado en los últimos tres años, lo que ha generado preocupación de la OIT y de las Naciones Unidas. La noticia llega en un momento de campaña electoral cercana, lo que alimenta el debate sobre si el salario mínimo se usa como instrumento político y si esa dinámica podría afectar la discusión formal y, a la vez, la informalidad laboral. En este marco, Anif propone que el aumento para 2026 esté por debajo del 10% y que el salario mínimo refleje la inflación más productividad, dijo López.
«error inmenso» – Bruce Mac Master, Presidente de la ANDI
La noticia plantea riesgos de politización del salario mínimo y fricción entre el Gobierno y el sector privado, con posibles impactos sobre la discusión formal y sobre la dinámica de la informalidad laboral. En este escenario, el debate continúa mientras se evalúan posibles escenarios de política pública en un contexto electoral que podría influir en las decisiones que se tomen en la mesa de concertación y en la credibilidad de las cifras y proyecciones que allí se discutan.

















