El expresidente Álvaro Uribe Vélez lideró un conversatorio del Centro Democrático en Bogotá para exponer las propuestas de precandidatos de cara a las elecciones de 2026, con un énfasis en la lucha antidrogas y, en particular, en la cocaína. En respuesta, el presidente Gustavo Petro utilizó sus redes sociales para defender los logros de su gestión y cuestionar a los líderes tradicionales, incluido Uribe. El encuentro, celebrado en la capital, se inscribe en la dinámica de afrontamiento político previo a la contienda y en la discusión pública sobre seguridad, droga y la reputación internacional de Colombia.
Durante el diálogo, Uribe Vélez presentó las propuestas del Centro Democrático para 2026 y abordó la problemática de la cocaína dentro de la agenda de su partido. Según sus planteamientos, el volumen de cocaína en el mercado el año anterior fue de 1,815 toneladas, mientras que al terminar su Gobierno quedaban 150 toneladas, cifras que buscaban ilustrar la evolución de la seguridad y la economía. En su intervención, mencionó a César Gaviria, ex presidente y ex director del Partido Liberal, para contextualizar críticas al liderazgo tradicional. Asimismo, aludió a la certificación antidrogas y, en un marco más controversial, recordó la inclusión de Petro y su familia en la Lista Clinton por presuntos vínculos con el tráfico de drogas, para situar el debate en un plano internacional.
Gustavo Petro respondió a través de sus redes sociales defendiendo los logros de sus primeros tres años de gobierno y cuestionando los cambios propuestos por los líderes tradicionales. En sus mensajes, el mandatario destacó sus políticas y respondió a las críticas que señalan una supuesta debilidad en la estrategia de seguridad y de lucha contra el narcotráfico, al tiempo que subrayó los avances que atribuye a su administración y a la visión de un gobierno diferente a la de la vieja guardia.
Reacciones y matices en la discusión sobre cocaína y gobernanza
La conversación en Bogotá también llevó a un cruce de argumentos sobre la estrategia antidrogas y sus impactos en la juventud y la economía, con un foco claro en la imagen internacional de Colombia y en la capacidad de los gobiernos para enfrentar el narcotráfico. En medio de esa tensión, Petro recordó los logros en reducción de desnutrición y aseguró que las políticas de su administración han generado cambios sustantivos, mientras Uribe insistió en que la política exterior y los resultados en seguridad requieren una acción más contundente y coordinada.
«¿Qué se va a hacer con la coca? Y corremos un gran riesgo internacional, por ejemplo, sin hacer referencia al presidente Petro, menos a su familia, a la cual yo nunca me he referido, le he respetado totalmente. Un país que llevó al mercado el año pasado mil ochocientas quince toneladas de cocaína. Es un país que se convierte en un (…) cuando el gobierno mío terminó eran ciento cincuenta toneladas, el año pasado mil ochocientas quince. Es un riesgo para la juventud colombiana, para las familias, para la economía, para la democracia y para otros países» — Álvaro Uribe Vélez
«Entonces, ¿qué, qué empiezan a decir en la comunidad internacional? Colombia deja crecer la coca exponencialmente, no hay una política que la frene, no hay eficacia, vamos a bombardear. Un riesgo muy grande al que nos están exponiendo a los colombianos» — Álvaro Uribe Vélez
«Bajar a la mitad la tasa de desnutrición infantil, les parece que es perder el país… Vaya, vaya» — Gustavo Petro, Presidente de la República
«¡Dios mío! Llevan 30 años cambiando a Colombia, y la sumieron en la peor de las violencias en la historia estadística del país. No hay un solo año de estos gobiernos donde la tasa de homicidio del país haya sido, al menos igual o más baja, que algún año de mi gobierno» — Gustavo Petro, Presidente de la República
En síntesis, este intercambio entre Uribe y Petro, con la presencia de figuras como César Gaviria y referencias a la Lista Clinton, señala un periodo de tensiones que anticipa un pulso político significativo de cara a 2026. El debate se centra en la continuidad o el cambio en la política antidrogas, la seguridad y la gestión de gobierno, así como en la forma en que Colombia es percibida internacionalmente ante un escenario de elección presidencial inminente.
















