En la noche del domingo 9 de noviembre, dos hombres en motocicleta perpetraron un atentado armado contra Edward Andrés Garrido Ramos, líder juvenil del Centro Democrático, y contra su primo Jeison Stiven Ramos en el Barrio San Antonio de Girardot, en Cundinamarca. Ambos fueron gravemente heridos y trasladados a un centro asistencial, donde permanecen bajo observación médica. Las autoridades indicaron que ya se adelantan investigaciones para identificar a los responsables y esclarecer las circunstancias del ataque.
El hecho se inscribe en un contexto de creciente preocupación por la violencia política y la hostilidad hacia militantes de oposición. Aunque aún no se ha determinado una motivación específica, la agresión eleva el debate sobre la seguridad de líderes juveniles y activos en la vida cívica. Las autoridades locales informaron que se están realizando labores de inteligencia y recolección de indicios para esclarecer los hechos y garantizar la protección de las personas afectadas, y varias voces de la oposición han pedido medidas urgentes para evitar que este tipo de ataques se normalicen.
Reacciones y contexto político
El movimiento Defensores de la Patria, liderado por Abelardo de la Espriella, sostuvo que Garrido estaba próximo a incorporarse a sus filas y denunció el atentado como violencia política, exigiendo a la Fiscalía y a la Policía Nacional que adelanten las investigaciones con rigor. Autoridades locales aseguraron que las pesquisas continúan para identificar a los responsables. Diversos dirigentes uribistas condenaron el hecho y llamaron a no normalizar la violencia política, subrayando la importancia de proteger a quienes participan en la vida pública.
«Nuestro amigo, líder del Centro Democrático, Edward Garrido, ha sido atacado a tiros en Girardot. No podemos hacer un país donde las diferencias políticas te pongan en peligro. No vamos a dejar que los violentos sigan escribiendo nuestro destino. Colombia puede más», – Paloma Valencia, senadora
«Entre la vida y la muerte», al tiempo que pidió oraciones por su recuperación. «Las autoridades están esclareciendo los hechos», – Miguel Polo Polo, congresista
«La violencia jamás puede ser el camino para silenciar ideas ni poner en riesgo la vida y la integridad de quienes piensan diferente», – Yenny Rozo, senadora
«En Colombia, ser joven, pensar diferente y querer participar en política no puede ser un peligro. Lo ocurrido con Edward Garrido y su primo no solo fue un atentado contra ellos, sino contra toda una generación que quiere hacer las cosas bien», – Mariana Pulido, dirigente juvenil del Centro Democrático
«El movimiento ciudadano Defensores de la Patria denuncia ante el país y alerta a las autoridades por el brutal y cobarde atentado perpetrado contra el joven Edward Garrido, quien hoy lucha por su vida en una Unidad de Cuidados Intensivos», – texto del movimiento Defensores de la Patria (Abelardo de la Espriella)
«Este atentado busca intimidar, silenciar y sembrar miedo entre los colombianos de bien, pero no logrará doblegar la voluntad ni el espíritu de los Defensores de la Patria», – Abelardo de la Espriella (Defensores de la Patria)
La cobertura también destaca que, en paralelo, el movimiento Defensores de la Patria afirmaba estar cerca de incorporar a Garrido, lo que añade una arista institucional a la respuesta ante el ataque. Las autoridades han reiterado que trabajan para avanzar en las pesquisas, mientras que varias voces políticas uribistas enfatizan la necesidad de garantías claras y de no permitir que la violencia política marque el ritmo del intercambio democrático. Este hecho, unido a otros incidentes recientes, ha provocado un llamado unificado para fortalecer la seguridad de líderes juveniles y opositores, en un momento en el que la democracia colombiana enfrenta el desafío de preservar la vida y la integridad de quienes participan en la arena pública.

















