Un grupo de jóvenes irrumpió durante la misa en la Iglesia Santo Tomás Moro, ubicada en el barrio Timiza de Bogotá, desatando un enfrentamiento con armas cortopunzantes en el altar. El párroco de la iglesia intervino para proteger a los asistentes y la Policía Metropolitana de Bogotá logró controlar la escena. Según el balance oficial, al menos diez personas integraron la turba; no se registraron heridos y se confirmó el traslado de un mayor de edad al Centro de Traslado por Protección. El hecho ocurrió este lunes 10 de noviembre, alrededor de las 18:00 horas, en un episodio que conmovió a la comunidad y reavivó el debate sobre la seguridad en espacios de culto en la capital.
La versión policial señala que los jóvenes ingresaron al templo buscando a un adolescente y lo persiguieron hasta el altar, mientras varios portaban armas cortopunzantes. El sacerdote, ubicado en la zona del altar, mostró una actitud de protección para salvaguardar a la congregación y facilitar la salida de los feligreses. En el operativo, cinco menores de edad fueron puestos a disposición del grupo de Infancia y Adolescencia y un mayor de edad fue trasladado al Centro de Traslado por Protección; el resto de los agresores fue dispersado por la acción de la Policía durante el hecho.
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Este suceso se inscribe en un contexto de creciente violencia en distintos barrios de Bogotá y acrecienta la preocupación por la seguridad en espacios tradicionalmente considerados seguros. Aunque no hubo víctimas reportadas, la afectación emocional fue notable entre feligreses y vecinos de Timiza, que temen robos y altercados en su entorno. Las autoridades señalan que ya se encuentran abiertas diligencias para esclarecer las circunstancias y que se reforzarán los protocolos de seguridad en templos de la ciudad para evitar que hechos similares se repitan.
«La central de radio alertó sobre varios jóvenes que ingresaron a la capilla presuntamente tras una disputa por una gorra. Al llegar, los uniformados encontraron a varios de ellos con armas cortopunzantes. Cinco menores de edad fueron puestos a disposición del grupo de Infancia y Adolescencia, mientras que un mayor de edad fue trasladado al Centro de Traslado por Protección» – Policía Metropolitana de Bogotá
En definitiva, el incidente de Timiza plantea preguntas sobre la convivencia en la capital y exige respuestas claras de las autoridades para garantizar la seguridad de la ciudadanía en espacios religiosos y comunitarios, sin dejar de reconocer la trascendencia emocional que dejó entre la comunidad afectada.

















